por Gisela Nicosia
16 Enero de 2017 13:11
La inventiva de los ladrones no descansa. El sol y el calor motivan a los turistas a no alejarse de la playa. Y los amigos de lo ajeno aprovechan para planear sus ataques. Como sucede cada verano, las modalidades de robo fluctúan. Los robos "al voleo" son los más frecuentes en las distintas costas.
El hurto por sorpresa: los malvivientes toman por desprevenidas a sus víctimas.
Con la distracción del veraneante y la sobrecarga de elementos para llevar a la playa, los malvivientes aprovechan para sorprenderlos y extraerle celulares, billeteras o bien, robar las pertenencias de un vehículo luego de hacer estallar algún vidrio de una ventanilla.
"Soy de Misiones y vine a Mar del Plata. Estaba con mi mamá y apareció un joven que me arrancó la cartera y huyó a pie. Nos quedamos asustadas. Hicimos la denuncia y en la comisaría nos dijeron que debíamos estar más alertas", contó indignada una víctima. También en Cariló se registraron algunos robos en la playa de estacionamiento de algunos balnearios.
En diálogo con BigBang el subjefe de la policía Bonaerense, Fabián Perroni, explicó que el arrebato es un delito difícil de combatir. "Estamos sumando presencia policial cada dos cuadras en algunos municipios de la costa pero es un tipo de robo que se repite verano tras verano", dijo.
Duplicar tarjetas o "pescar" billetes, otra modalidad de moda.
Otra modalidad carece de violencia cuerpo a cuerpo. El delito tecnológico tiene de todos modos un impacto traumático. Se lo conoce como "skimming" y se produce cuando en una cuenta bancaria una persona que no es el titular de la misma logra realizar una extracción de los fondos.
Pese a que luego de hacer la denuncia y esperar una semana las entidades devuelven el dinero y reponen la tarjeta de débito con el cambio de coordenadas de seguridad, la molestia y el estrés generado no se compensa con nada. En las unidades los delincuentes dejan activado un sistema con el que copian los datos de seguridad de las tarjetas. Luego, se replican en una tarjeta virgen o "melliza". A veces sólo adulteran la lectora que está ubicada al lado de la pantalla. Además, suman microcámaras en los bordes del frente del cajero para visualizar la clave personal.
La modalidad "fishing" es más simple: los ladrones calzan un dispositivo en la ranura por donde sale el dinero y lo traban. El cliente realiza la acción completa y los billetes quedan atrapados.
El auge de estos tipo de robo en el verano se debe a que las víctimas están distraídas y utilizan los cajeros automáticos que no conocen. Banelco y Link son las dos redes bancarias que dan soporte a los cajeros. Ambas cuentan con tecnología que inspeccionan los cajeros en busca de estos sistemas adulterados.
Las entraderas violentas no se detienen.
A su vez, no faltan las entraderas violentas. Aprovechando que los turistas regresan a sus casas de verano, en algunos casos alquiladas, en otros de su propiedad, para asaltarlos con un alto contenido agresivo. "El delincuente pasó todos los límites, están lanzados a ir por todo y trabajamos para frenar los asaltos y se mejoró mucho la situación pero sabemos que en verano aumentan las probabilidad de ser víctima de la inseguridad", cuenta Perroni.
Es por ese motivo, se recomienda evitar demorar en la entrada o salida del hogar, estar atento en la vía pública y controlar la seguridad de las entidades bancarias donde se dispondrá retirar dinero.
