Elevan a juicio oral el femicidio de Mirtha Liliana González Ayala, la mujer asesinada y descuartizada por su esposo en el Barrio 31 de Retiro. Para la Fiscalía, Waldo Servian Riquelme, imputado por el homicidio, actuó con "odio y total menosprecio hacia la víctima". Los siniestros detalles del crimen que va a juicio con la carátula "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género".
El femicidio tuvo lugar entre el 15 y 16 de febrero de 2019 en la vivienda que ambos compartían, ubicada en la manzana 110 del barrio San Martín de la Villa 31 bis de la Ciudad. "El acusado la mató, la descuartizó, la afeó, la desechó en una cloaca pretendiendo eliminar hasta la más mínima imagen femenina", precisó en su dictamen el fiscal Andrés Marea.
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De acuerdo a la hipótesis de la Fiscalía, Servian Riquelme planificó el asesinato, dado que dejó a sus hijos al cuidado de un familiar la tarde previa al crimen "para estar a solas con la víctima antes, durante y después de darle muerte". ¿El movil? Creen que se debe a que mantenían una disputa por la venta de la casa, después de haberse separado.
La morbosa escena del crimen
De acuerdo a lo declarado por efectivos de la Policía de la Ciudad, se encontró una "olla con restos humanos seccionados que habían sometidos a un proceso de cocción" en la escena del crimen. El horno eléctrico, un cuchillo de cocina y los discos de corte de la "amoladora" -utilizada para descuartizar el cadáver- tenían rastros de sangre.Según la Fiscalía, Servian Riquelme atacó a su ex mujer en el baño, mientras se duchaba. Fue ese el cuarto elegido para descuartizar el cuerpo, proceso que le llevó entre "dos o tres horas", de acuerdo a la estimación de los peritos."En el interior de la bañera, se hallaron partes de un cuerpo humano descuartizado", señala el fiscal, al tiempo que detalla que la víctima fue "rapada con signos de ahumamiento en cuero cabelludo".
De acuerdo al resultado de la autopsia, los peritos concluyeron que el cuerpo de la mujer fue fragmentado en 25 partes. Además, presentaba un golpe en el rostro y tenía en su mano izquierda tres cortes que coinciden con un intento de defensa."El descuartizamiento, rapado, extracción de los pabellones auriculares, cocción y entrega de los restos no sólo dan cuenta de la aparente intención de deshacerse de todo ello en pos de su impunidad, sino que ponen de destaco el odio y total menosprecio de quien fuera su concubina, con una destacada y singunar, pero calcada y sádica manifestación de ira".
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El juez de la causa, Hugo Decaria, dio lugar al pedido del fiscal y elevó la causa a juicio, que quedará en manos del Tribunal Oral Criminal 14. Al momento, todavía no hay fecha de inicio.