por Rafael Saralegui
21 Agosto de 2015 17:32El crimen ocurrido hoy en el country Martindale, de Pilar, donde el ejecutivo Fernando Farré asesinó a su esposa, Claudia Beatriz Schaefer, en medio de una discusión por el reparto de bienes en el proceso de divorcio, hizo recordar a otros homicidios cuyo protagonistas pertenecen a la alta sociedad.
Armentanto, en el centro, con Cóppola y Hernández.
El homicidio del rey de la noche
Leopoldo “Poli” Armentano nunca su casó ni tuvo hijos. Fue apodado “el rey de la noche”, luego de haber sido propietario de las discotecas Trumps y El Cielo, dos íconos de los años 90.
Armentano cenó en la noche en que fue asesinado con el secretario privado del entonces presidente Carlos Menem, Ramón Hernández, y el manager de Diego Maradona, Guillermo Cóppola, en el restaurant El Mirasol, de la Recova.
Testigos dijeron que durante la cena los tres discutieron en forma airada. A las 4,40 del 20 de abril de 1994, llegó a su departamento de la Recoleta y un hombre le disparó en la cabeza. Ensangrentado llegó hasta el quinto piso. El juez de instrucción fue Francisco Trovatto, luego destituido. El caso nunca se esclareció y la causa prescribió en 2013.
Los hermanos durante el juicio.
Parricidio en San Telmo
Ramón Da Bouza, ejecutivo de la multinacional Techint, una de las empresas más grandes de la Argentina, principal contratista del Estado, fue asesinado en su departamento el 28 de marzo de 1998, en su casa de San Telmo, después de la cena.
El 23 de diciembre de 2000 los hermanos Santiago y Emanuel, hijos de Ramón, fueron condenados a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo y por alevosía.
Pese a que Santiago desligó a su hermano Emanuel del homicidio, los dos recibieron la misma pena. Originalmente habían dicho que su padre había sido asesinado por ladrones, pero la historia se derrumbó.
Da Bouza maltrataba a su hijos y los hermanos habrían planeado meses antes el asesinato. El padre los invitó a lo que fue su última cena. Esa noche bebieron mucho. Santiago le disparó varias veces por la espalda.
García Belsunce fue asesinada en su casa.
La muerte de la socióloga
El caso que más se asemeja al de la muerte en Martindale, por el escenario y por quienes son víctimas y victimarios, es el de la socióloga María Marta García Belsunce, asesinada en su casa del country Carmel, también en Pilar.
Fue encontrada en el baño de la planta alta el 27 de octubre de 2002. Primero se quiso hacer aparecer su muerte como un accidente y sus familiares dijeron que se había golpeado en la bañera.
Después de haber sido sepultada, la investigación ordenó su exhumación y la autopsia determinó que había sido asesinada balazos. Por el homicidio fue condenado su esposa, Carlos Carrascosa, y en 2011, fueron condenados por encubrimiento su cuñado, Guillermo Bártoli; su hermano Horacio García Belsunce, su medio hermano John Hurtig, el médico Juan Ramón Gauvry Gordon y el vecino Sergio Binello.
Luis Emilio Mitre era accionista de La Nación.
Descendiente de un patricio
Luis Emilio Mitre fue asesinado el 13 de diciembre de 2005 en su departamento del barrio de la Recoleta. Era accionista del diario La Nación, fundado por el ex presidente Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870, y hermano del director.
Primero se dijo que se había tratado de un robo, que un ladrón le había robado condecoraciones y dinero al hermano artista de Bartolomé Mitre. Pero esa pista se diluyó con el tiempo y luego se habló de un taxi boy como sospechoso.
Luego una ex pareja de Luis Emilio sugirió que la muerte podría estar vinculada con una pelea familiar, quizás por una cuestión del control accionario del diario. Nunca hubo un imputado concreto y el crimen sigue impune.
Nora Dalmasso fue asesinada en su casa.
El crimen de Norita
Nora Dalmasso, de 52 años, fue estrangulada en su casa del barrio Villa Golf, en la ciudad cordobesa de Río Cuarto el 26 de noviembre de 2006. Fue encontrada en el cuarto de su hija, semidesnuda. Su marido, el médico Marcelo Macarrón estaba jugando un torno de golf en Punta del Este.
La investigación fue un ejemplo para estudiar en los institutos de criminalística: todo se hizo mal. Se contaminó la escena del crimen, por la que pasaron decenas de personas, incluido un cura amigo de la familia.
Los fiscales a cargo de la pesquisa detuvieron y acusaron a un pintor, luego liberado tras una marcha, y hasta acusaron al hijo de la mujer, Facundo, de haber asesinado a su mamá. Todo quedó en la nada. El caso permanece impune.