Nancy Edith Forlini, la médica de Swiss Medical que coordinaba la atención de Diego Armando Maradona en la casa del barrio privado de Tigre, donde el ex futbolista falleció hace casi siete meses, fue indagada, este lunes, por el grupo de fiscales que investigan las causales de la muerte del Diez y apuntó contra los "médicos personales" del ídolo. Sin ir más lejos, la profesional aseguró que "nunca" le pidieron una internación domiciliaria y que "la solicitud era solamente prestacional".
La médica de 52 años, a cargo de la Gerencia de Cuidados Domiciliarios de la empresa Swiss Medical, declaró por escrito ante los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra -el equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro John Broyad- y se convirtió en la cuarta indagada en el marco de la causa: había sido citada a las 11 en la Fiscalía General de San Isidro, en Acassuso 476, donde asistió con su abogado defensor Nicolás D'Albora.
Al igual que el resto de los imputados, Forlini fue indagada por "homicidio simple con dolo eventual", un delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel. Esa figura penal fue elegida por los fiscales tras seis meses de investigación, en los que concluyeron que el equipo médico de Maradona no solo fue deficiente, sino que sabía que el "10" podía morirse y no hizo nada para evitarlo.
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Los fiscales consideraron que Forlini "omitió cumplir con los deberes mínimos a su cargo, entre los que se encontraba, de conformidad al cuadro del paciente, dotar al lugar, del personal de enfermería especializada en salud mental, acompañamiento terapéutico, nutricionista, y de la aparatología adecuada para RCP avanzada, estudios de laboratorio y electrocardiograma -entre otros- nada de lo cual suministró".
Además, señalan que Forlini "omitió analizar si la vivienda cumplía con las condiciones mínimas para un paciente con las limitaciones físicas de Maradona". Y agregaron: "En pleno conocimiento del deficitario servicio de enfermería (...) omitió tomar medida alguna, siendo de ese modo funcional a las conductas que ejecutaban los restantes imputados, fruto de lo cual se produjo el resultado fatídico antes mencionado, que ineludiblemente debió representarse por la condición que detentaba".
En el marco de la causa ya declararon los enfermeros Ricardo Omar Almirón (38) y Dahiana Gisela Madrid (36), y su jefe, el coordinador Mariano Ariel Perroni (40). Frente a los tres fiscales que llevan adelante la investigación, Perroni se desligó de la atención de Maradona y resaltó que nunca había tenido contacto con el paciente, ya que su función de coordinador -advirtió- era más bien administrativa.
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Perroni explicó que “nunca” recibió otra indicación médica “que no fuera la de suministro de psicofármacos, de informar horarios y comunicar ante el caso de una necesidad alcohólica”, y aclaró que pese a que los enfermeros lo hacían cuando podían, en este caso las médicas tampoco habían dejado por escrito la orden de hacer control de ritmo cardíaco o signos vitales. “Mi función no fue la de tomar acciones médicas, sino de control de ingreso y egreso del personal”, dijo.
Al mismo tiempo, el coordinador de la empresa “Medidom” que fue subcontratada por la empresa de medicina prepaga Swiss Medical para brindarle los enfermeros para la internación domiciliaria explicó que "el control es algo que la enfermería realiza, pero si el paciente no se deja, y la medica dice que no se invada al paciente, se cumple la orden del médico".
Y agregó: "A mí la única indicación de ese tipo me las dio Cosachov, y después Forlini, que mantenía la indicación de no molestar ni invadir. Recién después de la muerte que Maradona supe que sufría de una cardiopatía. Lo veía en el grupo de WhatsApp, donde estaban los médicos que eran quienes debían tomar acciones. Yo veía que Forlini recibía la notificación de los valores cardíacos y que respondía con un 'ok' o 'gracias'".
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Perroni también aseguró que nunca recibió, por parte de las médicas, los antecedentes o informes de las patologías del paciente, y aclaró que la vivienda de Tigre “no era la adecuada” para una internación domiciliaria y que “no había aparatología”. Además volvió a referirse a la poca información que tenía sobre el cuadro de Maradona. “Yo nunca recibí ninguna información de un cuadro que requiera aparatología", manifestó.Y sumó: "No había información de una patología cardíaca o renal, era un alcohólico en rehabilitación. Nada más. Únicamente había que cambiar el táper de las pastillas del lugar porque él revisaba la casa buscando las pastillas”. También recordó que el 14 de noviembre, el DT de Gimnasia sufrió una caída en la casa, cuando estaba el neurocirujano Leopoldo Luque, y que la enfermera lo informó en el grupo de WhatsApp, donde estaba su jefa Forlini y que por lo que sabe “no se hizo nada”.
El próximo miércoles está prevista la indagatoria del psicólogo Carlos Ángel "Charly" Díaz (29), para el viernes la psiquiatra Agustina Cosachov (36) y, finalmente, para el lunes 28 el neurocirujano Leopoldo Luque (39). La autopsia determinó que Maradona murió a los 60 años, el 25 de noviembre del año pasado, a raíz de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada", y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
Una junta médica concluyó que era un paciente con pluripatologías que agonizó 12 horas antes de su muerte, que lo de la casa del country San Andrés no era una internación domiciliaria y que pudo haber tenido "más chances de sobrevida" si hubiera estado en una clínica. Además, calificaron al equipo médico tratante como "deficiente", "temerario" e "indiferente" ante la posibilidad cierta de su muerte y que lo abandonaron "a la suerte".