En el centro de la ciudad de Salta se desplegaban mujeres con carteles en el que reclamaban más acción del Estado para evitar más femicidios. Al mismo tiempo, en el margen izquierdo del río Vaqueros, encontraron el cuerpo de una mujer semidesnudo. Hasta el momento no fue identificado. Lo que sí se confirmó es que por la profundidad de esa zona del rio no es posible que se haya ahogado.
La zona del macabro hallazgo.
Las autoridades informaron que el cuerpo es de una mujer robusta, de tez trigueña, pelo claro y de unos cien kilos de peso. No pudo ser identificada por la Policía, ni por ningún vecino de la zona. Pero un antecedente reciente llama la atención de los investigadores.
El lugar del hallazgo presenta similitud con la escena de un crimen, aún sin resolver, de Daniela Paola Guantay, asesinada sobre el lecho seco del río Vaqueros, a la altura del barrio Juan Manuel de Rosas.
Daniela también fue asesinada en el río.
Según explicaron fuentes policiales a los medios, el cadáver fue ubicado a través de una llamada anónima al 911. El mismo se encontraba en un arroyo próximo a una empresa que realiza extracción de áridos en el río Mojotoro.
El cuerpo pertenece a una mujer de entre 45 y 50 años y no portaba ningún elemento que permita su identificación. A su vez, en un examen preliminar se determinó que no se encontraron lesiones evidenciables. En la noche del jueves se inició la autopsia para tratar de establecer la causa y la fecha de muerte de la mujer.
El antecedente y las dudas
Daniela Paola Guantay salió de su casa, en el barrio Juan Manuel de Rosas. En la vivienda habían quedado sus tres hijos, junto a Verónica Guantay, su mamá.
Pasaban las horas y ella no regresaba. La madre comenzó a preocuparse y al día siguiente fue a la Policía a denunciar su desaparición pero, según dijo la mujer, en ese momento no quisieron tomarle la denuncia. Le recomendaron que esperara, ya que iba a volver.
El 7 de marzo, cerca de las 13:30, dos vecinos del barrio vieron restos humanos sobre una de las orillas del río Mojotoro, sobre un terreno pedregoso, cubierto de arbustos y malezas. Hasta el momento no hay pistas, ni indicios que señalen quién cometió el crimen.