Mafalda Beatriz Secreto, la mujer acusada de matar de un disparo y descuartizar a su pareja, José Luis Arena, quien la golpeaba, drogaba y obligaba a prostituirse, fue absuelta ayer por el Tribunal Oral N°1 de Pergamino. “No es cierto que haya contado con otra salida, este hecho sucedió en un contexto de legítima defensa”, consideraron los integrantes del Tribunal en la última jornada del juicio oral al que fue sometida por el homicidio de su pareja.
La mujer había quedado detenida en 2019 tras asesinar a su marido en la casa que ambos compartían en la localidad de Colón, ubicada en la calle 11 entre 50 y 51, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Según se había informado en aquel momento, alrededor de las 7 del 1° de junio fue a la casa de su hermano para contarle que había asesinado a su pareja y que necesitaba ayuda para deshacerse del cadáver.
Estupefacto y sorprendido, en aquel momento trascendió que Néstor Secreto descreía en parte de los dichos de su hermana, pero unas tres horas después se presentó en la comisaría local para informar a la Policía lo que le había dicho ella. Cuando los efectivos llegaron al lugar encontraron allí a la mujer, quien rápidamente confesó el crimen y fue trasladada a la seccional, mientras que la casa quedó perimetrada por personal de Policía Científica y del fiscal Ignacio Uthurry.
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Los peritos hallaron el cadáver de Arena en un galpón ubicado en el fondo del terreno, tapado con la lona de una pileta. El cuerpo estaba boca abajo y descuartizado, ya que le faltaban los miembros inferiores a la altura de la rodilla, y el brazo derecho desde el codo. Además, presentaba un orificio de entrada en el maxilar derecho. La autopsia en el cuerpo de Arena reveló que el hombre agonizó por lo menos 12 horas.Por esta razón, los investigadores creen que el fallecimiento se produjo entre la noche del jueves 30 y la madrugada del viernes 31 de mayo de 2019. Los cortes fueron realizados post mortem y tampoco fueron encontradas las extremidades faltantes del cadáver de Arena y sospechan que fueron incineradas. Los investigadores también descubrieron que la mujer había comprado una amoladora en una ferretería.
En la vivienda también fueron secuestrados dos revólveres calibre 38; uno con seis cartuchos y dos vainas servidas, y el otro con cuatro cartuchos y dos faltantes. Mafalda quedó imputada por "homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego" y desde la fiscalía pidieron una pena de 18 años de prisión al considerar que la "cierta perturbación de la conciencia" que padecía no alcanzaba para calificarlo como una legítima defensa.
A pesar de eso, este lunes la Justicia de Pergamino la absolvió al considerar que actuó en legítima defensa. "Agradezco a todos su interés en conocer mi historia. Hoy, mi nombre es tristemente conocido por un homicidio que me vi obligada a cometer ante una situación excepcional y extrema. Estuve detenida y en la Unidad Penitenciaria, allí conocí a la Dra. Raquel Hermida Leyenda, mi defensora", sostuvo Secreto en su descargo al que tuvo acceso BigBang.
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Y agregó: "Ella me conectó con el Dr. Enrique Stola (Medico Psiquiatra) y la Lic. Alicia Castro (Perito Psicóloga) de la Red de Contención. Los tres me hablaron de derechos, libertad y así obtuve la prisión domiciliaria. Ayer y gracias a los fundamentos de mi abogada, el Tribunal falló mi absolución por legítima defensa. A pesar de ello no soy libre, mi ex pareja tenía muchos contactos por su actividad de narcotraficante", resaltó.
Cabe remarcar que los magistrados hicieron referencia directa a la situación de violencia que sufría la mujer, al destacar que Arena “controlaba y disponía de la vida de Secreto”, la cual “se encontraba bloqueada directa e indirectamente”. El tribunal añadió que “Secreto padecía violencias de todo tipo, de manera reiterada, constante y en aumento” y que se encontraba en “una clara posición de inferioridad física y psíquica respecto de su agresor”.
En ese contexto, los magistrados resaltaron que ”las agresiones constantes que sufría Secreto generaban un peligro latente para sus bienes jurídicos, por lo que, ante esa situación de peligro, era posible emprender una acción defensiva en cualquier momento". "Secreto utilizó el único medio del que dispuso para terminar con los ataques en su contra y proteger su integridad psicofísica”, concluyeron.
La mujer sostuvo que su pareja la drogaba, golpeaba ferozmente y le facilitaba a hombres de toda clase, edades y tamaños abusar sexualmente de ella hasta que esa actividad comenzó a tener repercusiones en su cuerpo. "Me amenazaba con delincuentes y hasta con el mismo Ministerio Público. Importantes estudios jurídicos y escribanías lo protegían. Hoy siguen en riesgo mi familia y los testigos que declararon", sentenció.