Era sábado por la noche cuando un llamado a la línea de emergencias policiales 101 de la provincia de La Pampa alarmó a los operadores. Detrás de la llamada se encontraba la voz quebrada de un nene, con el miedo a flor de piel y evidentemente dolorido, pidiendo por favor ser "rescatado" de las violentas manos de su madre y su padrastro. Según el relato del menor, ambos lo estaba golpeando en la casa que los tres compartían en el barrio Zona Norte de la ciudad de Santa Rosa.
Casi de inmediato, personal de la seccional Segunda de la policía de La Pampa se dirigió al lugar y al tocar la puerta, se toparon con la abuela del chico. Al explicarles lo que había ocurrido, la mujer les contó que se había quedado a cargo del cuidado del nene después de descubrir que su hija -de acuerdo con algunos medios locales, en estado de ebriedad- y la pareja de ella, un ex policía, le pegaron al pequeño.
Al parecer, ambos se encontraban en el lugar tras la llegada de los agentes y si bien la mamá de la víctima se mostró agresiva para con los efectivos, su pareja no hizo más que intentar huir del lugar sin éxito. Ambos fueron detenidos y en la mañana de este lunes les dictaron la prisión preventiva por el término de 15 días en una audiencia encabezada por la jueza de Control Marisol Rodríguez.
Sueros, jeringas y traición: un podólogo mató a su pareja para cobrar una herencia millonaria
El caso quedó en manos de la fiscal Cecilia Martini, quien imputó a los acusados por los delitos de lesiones leves y amenazas agravadas por el vínculo. Por ahora, el nene quedó al cuidado de su abuela materna para no interrumpir sus estudios y será constantemente monitoreado con el fin de determinar si se encuentra a salvo al cuidado de la mujer. "No hubo que tomar medidas extremas, como el retiro del niño del medio familiar”, explicó Rodrigo Lofvall.El director de la Dirección de Niñez y Adolescencia de La Pampa diálogo con El Diario de esa provincia y explicó que se decidió que el nene quede al cuidado de su abuela para permitirle la continuidad escolar, la sociabilidad con sus amigos y su actividad cotidiana. “Siempre tratamos de no tomar medidas extremas que lo saquen de su centro de vida. No está en otra localidad y la idea es garantizar que siga con su vida cotidiana”, explicó.
En ese sentido, Lofvall destacó que se actuó "prontamente" en el rescate del niño frente a su desesperado pedido de auxilio. "Las personas quedaron detenidas y él quedó al resguardo de un familiar”, dijo y reveló que el grupo familiar de la víctima ya estaba en la órbita de las autoridades desde 2014 por situaciones de vulnerabilidad. “Vamos a seguir interviniendo y tomando decisiones. Estos padres quedarán en libertad en algún momento, depende de la Justicia, y ahí se valorará si este niño puede retornar al grupo familiar. En principio, está claro que ahora no”, sentenció Lofvall.
Este caso no hizo más que traer a la memoria lo que le ocurrió a Lucio Dupuy, el nene de 5 años que fue asesinado el 26 de noviembre de 2021 en la casa de la calle Allan Kardec al 2300 de Santa Rosa, La Pampa, donde vivía con la madre y su pareja. Los movimientos de las condenadas y Lucio quedaron registrados por una cámara ubicada frente al departamento, y gracias a ellos se pudo concluir que a las 17.32 horas se lo vio a Lucio vivo por última vez.
El jueves 2 de febrero, el Tribunal de Audiencias de Santa Rosa dio a conocer el veredicto por el crimen de Lucio. La jueza Alejandra Ongaro y los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora resolvieron que la madre del nene, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez, fueron "culpables" del delito de "homicidio calificado". Sin embargo solo Páez fue culpada por el delito de "abuso sexual ultrajante".
Los magistrados consideraron acreditado que entre ese momento y las 19.40 horas, cuando ambas imputadas salieron solas del departamento, Lucio fue golpeado brutalmente. La Justicia estableció que las dos participaron de la golpiza mortal, entre las 18 y las 19 del 26 de noviembre y que el niño recibió golpes de puño, patadas y golpes con un palo.
También recibió un pisotón en la espalda por parte de Abigail Páez (se pudo determinar por la impronta que dejó su zapatilla), que le provocó lesiones internas como el desgarro del hígado y, además, fue mordido en sus zonas íntimas y en su brazo izquierdo. El Tribunal de Audiencia, en la sentencia de 126 fojas, estableció que el niño fue víctima, recurrente, de violencia física, psicológica y sexual y determinó que se pudo advertir un “crescendo de violencia”, a la luz de los chats entre ambas imputadas, ventilados durante el juicio, a partir de mediados del mes de octubre de 2021.