03 Septiembre de 2016 14:45
El jueves pasado, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, anunció con bombos y platillos una buena noticia y una mala. La mala noticia era que el gobierno bonaerense había descubierto la presencia de "maras", pandillas de delincuentes juveniles al estilo de los Estados Unidos y Centroamérica, en territorio bonaerense. "Hay maras en la Argentina y siempre se lo negó", señaló. La buena noticia era que habían capturado a sus líderes, allanado y descubierto un importante cargamento de drogas y armas.
Cristian Ritondo: "Hay maras en la Argentina.
La conferencia de prensa de Ritondo fue acompañada por una gacetilla enviado a todos los medios con un detalle de las armas y drogas secuestradas y un video impactante que mostraba el momento de la captura. Todo esto sucedió dos días después de que el presidente Mauricio Macri anunciara el plan "Argentina sin Narcotráfico". Todo cerraba. Hasta mareros capturados, uno de los cuales se hace llamar "Mocosón". Pródigo en tatuajes, Mocosón carecía justamente del que debería acreditar su pertenencia a la Mara Salvatrucha. Un estudioso del fenómeno de las maras se permitió poner en duda las afirmaciones de Ritondo.
Richard Castillo Salazar, uno de los detenidos.
En diálogo con el portal de noticias policiales Cosecha Roja, el periodista Carlos Martínez, que cubre el fenómeno de las maras en Centroamérica en el prestigioso sitio El Faro, afirmó: “La hipótesis de que estén llegando las maras a la Argentina no se sostiene de ninguna manera”. Martínez, que ganó con su equipo de trabajo el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación por haber denunciado un pacto entre las maras y el gobierno de El Salvador para bajar el índice de homicidios a cambio de ciertos privilegios en las cárceles, destacó: “La Mara Salvatrucha no ha logrado echar raíces fuera de Centroamérica. Solo hizo pie en lugares como Washington o Milán, donde hay comunidades centroamericanas. Algunos niños imitadores quisieron hacer lo mismo en Barcelona y no resultó. Es muy poco probable que eso suceda en Argentina. Las maras no se mueven a partir de lógicas de mercado. Son organizaciones meramente territoriales”.
Escena del allanamiento que se exhibió a la prensa el jueves pasado.
Martínez puntualizó: ”Las maras no son carteles narco. No existe ninguna evidencia de que tengan una relación orgánica con estructuras del narcotráfico, como los Zetas, el cártel de Sinaloa o alguna estructura similar. Son organizaciones territoriales, que de ninguna manera representan una cabeza de playa para el narco. Puede ser que la persona detenida sea miembro de la pandilla, pero lo único que denota es que tuvo contacto con la pandilla. Nada más que eso”.
