29 Marzo de 2017 15:12
La Justicia dispuso desenterrar el féretro donde supuestamente debía estar el cuerpo del nene que fue encontrado en un arroyo cercano a la localidad de Mar del Sur, mutilado y sin órganos.
Al abrir el cajón se encontraron con que estaba vacío y con signos de haber sido forzado, por lo que se supone que el cuerpo fue robado del cementerio.
La investigación determinó que el niño no había sido asesinado, sino que se atragantó con una "bombucha" y que llegó en grave estado al hospital infantil de Mar del Plata.
El cuerpo fue encontrado en un arroyo.
El nene fue identificado como Matías Valentino Fernández, hijo de una familia de nacionalidad boliviana, que trabajaba en una zona de quintas en el paraje El Boquerón, cerca de la localidad de Batán, en las afueras de la ciudad de Mar del Plata.
Tras la muerte, el cuerpo fue sometido a una autopsia, y luego fue enterrado en el cementerio de Comandante Nicanor Otamendi, una localidad rural de la zona.
Lo extraño del caso es la aparición del cuerpo mutilado (sin las manos ni los pies), en un arroyo situado en el límite entre Miramar y Mar del Sur.
Luego de haber desenterrado el cajón, personal de Policía Científica, bajo el aval de la fiscal Ana Caro, lo trasladó hasta otro sector del cementerio y allí se comprobó que estaba vacío.
"Tras retirar el cajón del sector 4 del cementerio -el cual será sometido a distintas pericias-, personal de la policía comunal y de la Sub Delegación de Investigaciones de Miramar allanó una funeraria ubicada en Batán", informó el sitio 0223.
"Los padres del niño, de origen boliviano, realizaron la ceremonia del velatorio en la misma quinta del kilómetro 23 de la ruta 88 y luego lo enterraron en el cementerio de Otamendi", informó el diario La Capital.
"Las ofrendas sobre la tumba confirman que el acto del sepelio se consumó. Todo indica que el cuerpo fue sustraído en el mismo cementerio y que posteriormente fue profanado por motivos desconocidos", agregó el diario.