07 Septiembre de 2016 19:51
"Chorro que mata, chorro que tiene que morir", disparó esta mañana en Radio Vorterix Carlos Tejero, el padre de Juan Ignacio, quien fue asesinado ayer en un intento de robo en Lanús.
Juan Ignacio Tejero cayó a manos de un delincuente que quiso robarle el auto.
Y no es el único con tal deseo. La dirigente del Frente Renovador Claudia Serapio, cuyo hijo Nicolás también fue ultimado de un disparo por un delincuente, pidió "que se muera en la cárcel el que sale a robar y mata".
Ninguno de los dos está solo en este sentimiento: los acompañan otros familiares de víctimas del delito, frustrados por la falta de respuestas. Como Matías Bagnato, cuya familia entera falleció en un incendio iniciado por Fructuoso Alvarez González, quien quiso vengarse por una deuda y hoy está en condiciones de pedir su libertad condicional.
Matías Bagnato convocó a una marcha contra la inseguridad el 11 de octubre.
"Esta reacción que tiene la gente se debe a la ausencia del Estado", sentencia Bagnato. "Matar en Argentina es gratis. Cuando uno ve que continuamente los delincuentes entran y salen como si nada pasó, siente que a la perpetua sólo la tienen el familiar y la víctima: el familiar lleva el dolor perpetuamente y la vida de los seres queridos no vuelve nunca más. Y es entendible que se digan esas cosas".
Comprensión
"De todas formas, creo que para poder matar, tenés que ser un asesino", atempera. "Que sea una expresión en el momento de bronca tiene que ver con que esa persona sabe el camino que va a empezar a transitar. Yo tengo que seguir mendigando justicia 22 años después de haber enterrado una familia entera. ¿Qué le queda al padre de un chico asesinado, más cuando se entera de que quizás el delincuente ya estuvo en prisión cinco veces?".
En ese sentido, Bagnato aporta un ejemplo ilustrativo del nivel de bronca que puede alcanzar el familiar de una víctima. "Cuando pasa algo así, el delincuente ya cuenta con el abogado que pagamos nosotros con nuestros impuestos. Pero si este papá no tiene la posición para pagar un abogado, no puede hoy defender a su hijo como querellante. Hasta en eso te has cuenta de que la balanza de la justicia no esta equilibrada", se lamenta.
Nada cambia
A pesar de que la inseguridad fue uno de los principales problemas reclamados a la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, Bagnato no ve por ahora grandes esperanzas de solución en el gobierno de Mauricio Macri.
"Lo que está pasando con el nuevo gobierno es exactamente lo mismo que con los anteriores", asegura. "Nos llaman, nos juntamos, dicen que van a tratar nuestros problemas pero no hacen nada. Es más: nosotros a veces terminamos elaborando proyectos de ley que tendrían que hacer ellos".
Para Bagnato, "no es políticamente correcto hablar de índices de casos, de víctimas ni de muertes". Y hay otra cosa que le llama la atención: "no vas a ver a ningún político diciendo que hay que construir cárceles, cuando en la intimidad siempre afirman que no dan abasto", señala.