Un hombre de 35 años quedó detenido por el femicidio de una empleada ferroviaria de 30 años que fue asesinada a balazos en la cabeza en el interior de su propio departamento en la localidad bonaerense de Caseros. Sergio "Teco" Fernández primero dijo que su novia se había suicidado, aunque luego admitió el brutal crimen.
Todo ocurrió el domingo en el departamento de Carmen Luján, una empleada ferroviaria de 30 años que fue hallada por sus familiares en su casa de la calle Amadeo Sabattini al 4700. Como la mujer no contestaba a los llamados, su familia se acercó preocupada a la vivienda y al ingresar descubrieron el cuerpo y rodeado por un charco de sangre.
Carmen Lujan tenía 30 años y estaba por irse de vacaciones con su familia.
El cuerpo de la víctima presentaba dos orificios de impacto de bala en los parietales del cráneo, y efectivos de la Policía bonaerense comprobaron que la vivienda no presentaba signos de haber sido robada. De hecho, la mujer tenía previsto viajar a Cuba por vacaciones este lunes junto a su madre y su hermana, y se encontraba la valija y los bolsos ya preparados. Por eso, quedó descartado que se tratara de un robo.
La familia contó que Carmen tenía una relación de amistad con Fernández, quien tenía llaves de su casa. Además relataron que desde hacía tiempo el hombre se había “obsesionado” con la mujer. Fuentes policiales confirmaron que el hombre había estado en la casa de Carmen horas antes del macabro hallazgo del cuerpo.
Fernández junto a Carmen.
Fernández se entregó horas después en una comisaría de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Parque Patricios, donde habría relatado que su novia se había suicidado. Sin embargo, su coartada duró poco. Luego admitió el crimen y efectivos policiales le secuestraron una pistola calibre .32 sin numerar y seis cartuchos en el tambor, dos de los cuales habían sido utilizados y coincidían con las heridas halladas en el cuerpo de Carmen.
La hermana de la víctima relató por Facebook que “el que conoce a Carmen sabe que con 'Teco Fernández' no había relación amorosa, sino de amistad, esa amistad asesina que él no pudo soportar. No se lo esperaba, ella como todos nosotros lo veía como un hermano y el hijo de puta la mató”. "Nunca tuvo intenciones de suicidarse", declaró a C5N María, una de las hermanas.
Fernández quedó detenido y acusado por el crimen de Carmen Luján.
De hecho, María relató que la obsesión que tenía Fernández con Carmen era tal que llegó a tatuarse las iniciales de su nombre y la fecha de nacimiento. La madre de la víctima agregó que Carmen y Fernández se conocieron en el trabajo hace seis años. Luego él fue despedido, pero la relación de amistad continuó.
"Se hizo querer como un hijo, cuidaba a mis nietas, las sobrinas de Carmen. Me mandaba mensajes cuando murió mi otro hijo. Lo único que quiero es Justicia, que pague en la cárcel por lo que hizo", agregó.
El femicidio es investigado por la fiscal Marcela Acosta, a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción N° 6 de San Martín, que dispuso que se realice la autopsia.