08 Marzo de 2021 19:17
El 23 de enero de 2000, Río Grande, en Tierra del Fuego, se vistió de luto. Esa tarde, un hombre mató a balazos a su mujer embarazada de siete meses. El femicidio ocurrió dentro de una clínica. El acusado fue detenido de inmediato. Pero se fugó de prisión en 2001 y nunca más lo capturaron. Ahora, podría regresar a su casa en libertad, ya que su abogado pide la prescripción de la causa.
Su nombre es Ramón Ángel Abregú y la víctima fue su pareja, Eva Azulina Falcón, que tenía un embarazo de siete meses. Ese día, Abregú fue hasta la casa de la mujer y la atacó con una pistola 9 milímetros. Herida, Eva escapó y se pudo meter en la sala de guardia de la Clínica Cemep. Pero él la persiguió y la remató de cuatro tiros dentro de un consultorio.
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Por el crimen, Abregú fue juzgado y condenado a 20 años de prisión. Como no existía la figura agravante del "femicidio" en aquel momento, la Justicia obvió el vínculo que lo unía con la mujer y lo condenó por homicidio simple. Pero el 15 de febrero de 2001, el asesino se fugó de Puesto 1, la cárcel ubicada en el barrio Margen Sur. Desde ese día, es un prófugo de la Justicia. Ese día, en esa puesto penitenciario, había tres policías para custodiar a 23 internos. No hubo culpables por la fuga.
El entonces jefe de la Policía, Gustavo Penza, había afirmado que esa prisión era “un depósito de presos”. Y denunció que no tenía “cerco perimetral” y estaba “atravesada al medio por una calle”. Las autoridades notaron la ausencia del prófugo varias horas después, durante el cambio de guardia. Para la Policía, el hombre se había escapado hacia Chile, escondido en un camión por el que pudo pasar por el Paso Fronterizo San Sebastián, y desde ahí, partió a otro país, adonde se escondió durante dos décadas.
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Como la condena contra Abregú fue confirmada por el Superior Tribunal de Justicia de la provincia el 1 de marzo de 2001, el período de prescripción de la causa “comenzó a operar ese día y venció el 1 de marzo de 2021”. Entonces, el expediente fue remitido al Tribunal Oral de Río Grande y, en las últimas horas, según indican fuentes judiciales, un abogado se presentó para tramitar el pedido de prescripción.
Hasta el momento, el letrado no pudo hacer nada porque precisa un poder de su cliente para demostrar que lo representa y fijar un domicilio. Esto último es complicado ya que se encuentra prófugo de la Justicia. Más allá de eso, si el tribunal hace lugar al pedido, el hombre podría quedar en libertad y regresar a su casa en Río Grande. Una verdadera injusticia.
