Un chico de 12 años murió este domingo tras recibir un disparo en la cabeza por parte de su primo de 18, quien estaba manipulando un arma en una vivienda del departamento mendocino de Guaymallén. Si bien el joven aseguró que se trató de un hecho accidental, la Justicia investiga ahora cómo y en qué contexto ocurrió todo.

Por lo que se pudo reconstruir, la tragedia pasó en la madrugada del domingo, cerca de las 4.30, cuando Ezequiel Freites estaba en compañía de su primo Axel Pereira y de otro niño de 11 años en un domicilio de calle Pacheco al 8.800, en el distrito de Los Corralitos.

Allí el chico mayor de edad se puso a manipular una pistola 9 milímetros y accidentalmente accionó el gatillo, provocando que la bala impactara directo en la cabeza de Pereira. 

Ante la desesperación, el joven llamó inmediatamente al 911 para pedir ayuda, pero cuando los policías llegaron al lugar, lo trasladaron de urgencia en el patrullero hasta el microhospital Puente de Hierro.

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Si bien el pequeño recibió asistencia, allí los médicos constataron que Pereira presentaba muerte cerebral, por lo que lo derivaron al Hospital Central, donde falleció minutos antes de las 18 de este domingo. La bala entró por el cráneo en la zona occipital y generó pérdida de masa encefálica y muerte cerebral, según el parte médico que trascendió.

El primo del pequeño fue detenido horas después del hecho, donde aseguró que efectuó el disparo sin querer. También se allanó la vivienda del sospechoso, donde se secuestró la pistola Bersa 9mm, la cual había quedado sobre un mueble.

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El joven quedó alojado en una dependencia de Guaymallén, y es posible que en las próximas horas la fiscal de Homicidios Andrea Lazo lo impute por homicidio culposo, en caso de que las pruebas confirmen la hipótesis inicial, que es que se trató de un accidente.

Por eso mismo, Fuentes allegadas al expediente explicaron al medio El sol que Freites podría recuperar la libertad luego del acto procesal, ya que no cuenta con antecedentes previos y se trata de delito excarcelable.