21 Julio de 2022 15:38
Una pesadilla. Soledad vive en Lomas de Zamora, tiene dos hijos, una nena de 10 años y un bebé de seis meses, se separó el año pasado y trabaja revendiendo ropa. Su vida, a pesar de algunos vaivenes, era buena. Pero desde el sábado es una pesadilla. Denunció que fue secuestrada, drogada y violada por un grupo de hombres.
En la mañana de esa jornada, la mujer fue la feria de la Salada para hacerse de ropa. Estaba acompañada por su bebé y su padre. Decidieron ir a la Urkupiña, una de las tres ferias que comparten el predio ubicado en Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora. Ahí se separaron. Su padre se quedó con el bebé y salió a dar una vuelta. Ella comenzó a recorrer el galpón para ver los puestos de ropa que, a esa hora, estaba repleto de gente.
En un instante, paró a preguntar el precio de una campera. Quedó encerrada por la multitud y un carro en el que vendían comida. En su denuncia, Soledad contó: “De golpe apareció un hombre de unos 20 años que intentó pasar justo por donde yo estaba parada y me chocó con su cuerpo. Quise avanzar y salí de ahí. Dos hombres estaban muy cerca detrás de mío y me seguían”.
Ya era tarde. Apenas dio unos pasos, comenzó a sentirse mal. En su denuncia, la mujer afirmó: “Enseguida me empiezo a sentir mareada. Era como que las cosas se me venían encima, sentía que me iba a caer al piso... No puedo recordar muchas de las cosas que veía y escuchaba... Sentía que el cuerpo no me respondía, era como que no tenía fuerza.”
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Y continuó en la denuncia que hizo en la Policía: “Yo llevaba mi riñonera en mi mano y ahí nomás sentí que me la sacaron y simultáneamente me agarraron de mi mano, tipo novios, entrecruzando los dedos de la mano de quien me sujeto con los míos y ese sujeto me habló como si yo fuera su pareja, me decía cosas como: '¿mi amor, estas bien?', '¿querés ir afuera?'. Ahí me sacaron la riñonera y me sacaron afuera”.
Según detalla en su denuncia, apenas la sacaron de la feria de La Salada, la subieron a la parte trasera de una camioneta. Dos hombres fueron los que la llevaron hasta el vehículo. Ahí mismo le sacaron el pantalón y la ropa interior. Ella no se podía mover pero sentía todo. Ahí mismo, un hombre la penetró y la violó una vez. Luego siguió el otro. Según su relato, otros dos hombres se encontraban en la parte delantera del vehículo. Uno manejaba y el otro iba de acompañante.
Según la víctima, los dos hombres tenían gorras y cuellos polares con los que se tapaban la mitad de la cara. Cuando la sacaron, ningún miembro de seguridad de la feria notó nada extraño. “Yo miraba y escuchaba, pero mi cuerpo seguía sin responder. Me subieron a un auto en su parte trasera y no sé a dónde me llevaron. Recuerdo que comenzaron a sacarme toda la ropa entre dos hombres, pero en los asientos de adelante del auto había uno o dos sujetos más, incluso me sacaron el pantalón y la bombacha, pero luego me volvieron a poner el pantalón y seguidamente me acostaron de costado sobre el asiento para que yo no pudiera mirar para adelante y me taparon con mi campera”, relató la mujer.
Y completó sobre la serie de abusos a los que la sometieron arriba del auto: “De momento me despertaba y sentía que me apretaban y me mordían los pezones, me pegaron cachetazos y golpes en la cabeza. En un momento advertí que uno de ellos estaba arriba mío de frente con su cara tapada y una remera blanca. Sentí cómo me violó, yo intentaba gritar y él me tapaba la boca, mientras otro de ellos me agarraba”.
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La pesadilla no terminó ahí. A Soledad la llevaron hasta un edificio donde la mantuvieron secuestrada y la violaron durante horas. “Después me bajaron del auto y me llevaron a uno edificio tipo monoblock que era de color verde y me encapucharon”, relató. Y contó en su denuncia: “Yo no veía nada y me daban de tomar un líquido amargo. Cuando llegamos al lugar, ellos gritaban: 'llegó la hora'. Me siguieron golpeando y violando durante horas. Me ataron las manos y me hicieron cosas horribles”.
En la noche del sábado, Soledad apareció semidesnuda en el barrio porteño de Constitución. No recuerda cómo llegó hasta ahí pero sabe que uno hombre le dijo, antes de tirarla desde un vehículo: “Tenés un dios aparte. Hoy te salvaste”. Tras el aviso de un vecino, la Policía de la Ciudad ayudó a la chica. Ellos tomaron la denuncia y constataron con su padre que llevaba más de 10 horas desaparecida.
Desde entonces comenzó una investigación para dar con el grupo de secuestradores y violadores. Además de tomarle muestras de semen de todo su cuerpo, la trasladaron a un hospital donde le realizaron el protocolo de rigor ante casos de abuso. La causa quedó a cargo de la fiscalía en lo criminal 38 de la Capital Federal. Además de buscar testigos, la fiscalía ya incautó grabaciones de cámaras de seguridad tanto de la feria como de la zona donde fue encontrada en Constitución.
