09 Agosto de 2023 10:31
Mientras que los investigadores aguardan los resultados de las pericias informáticas a la computadora personal y un iPad de Fernando Pérez Algaba -el empresario fraudulento hallado descuartizado dentro de una valija en un arroyo en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora-, un testigo de identidad reservada brindó la última conversación que tuvo la víctima antes de ser brutalmente asesinado.
De acuerdo con el relato del testigo, Pérez Algaba concurrió el 18 de julio al campo de General Rodríguez a encontrarse con su ex socio Maximiliano Pilepich porque éste lo había "cagado". "Maxi (por Maximiliano Pilepich) me cagó y estoy yendo para el campo", dice el audio que el empresario asesinado le envió al testigo y que compromete a los deudores y ex amigos de la víctima, Pilepich y Nahuel Vargas.
Al momento de enviar ese audio por WhatsApp, Pérez Algaba estaba en camino hacia el emprendimiento "Renacer", un loteo de terrenos ubicado en avenida de Las Américas de General Rodríguez, donde fue visto por última vez antes de ser asesinado. El testigo señaló que se comunicó ese 18 de julio con "Lechuga", y que primero le dijo que estaba "descompuesto" y que lo estaba llevando al campo un amigo.
Según la investigación, la víctima se iba a encontrar en un descampado con los dos deudores. "A mi me dio miedo que pase una situación rara porque Fernando estaba yendo para el campo con un amigo y además dijo que Maxi 'lo cagó y que le tenía que dar plata', pero desconozco si le entregó o no el dinero", declaró el testigo de identidad reservada.
Morena murió del susto: tenía 11 años y motochorros le quisieron robar la mochila cuando iba a la escuela
La declaración fue incorporada al expediente que tiene a su cargo el fiscal Marcelo Domínguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora. Ese día, "Lechuga" llegó al complejo "Renacer" cerca de las 17.30 junto a Vargas a bordo de la Range Rover Evoque blanca con techo negro y ambos se encontraron allí con Pilepich, quien había arribado en una camioneta Mercedes Benz G500. Durante ese encuentro, al que el empresario fue con su perro bull dog francés llamado Cooper, según contaron luego en su declaración testimonial los otros dos hombres, Pilepich le entregó a Pérez Algaba 60 mil dólares con los que saldaba una deuda de 150 mil que tenía con la víctima.
Tras esa transacción, el empresario le devolvió la camioneta a Pilepich y se fue con Vargas dejando la Mercedes Benz G500 en el campo, mientras que "Lechuga" se quedó esperando que alguien pasara a buscarlo, según les dijo. "(Fernando Pérez Algaba) Era operador en la bolsa de valores, o que 'trabajaba en la bolsa'; que nunca escuchó conversaciones y/o audios de Whatsapp donde la víctima u otras personas se intimidaran o amenazaran", destacó el testigo.
Durante su relato, el testigo sostuvo que pudo hablar con Pérez Algaba el fin de semana anterior al crimen y reveló que lo notó "raro" y "distante": "Eso me llamó la atención". "El día 18 cuando intenté contactarlo nuevamente me contestó 'estoy descompuesto, me está llevando un amigo', y al intentar llamarlo me atendió rápidamente y me dijo 'Estoy yendo al campo, después te llamo'", agregó.
Cabe mencionar que Pilepich y Vargas contaron en sus declaraciones testimoniales ante la policía que cuando se iban vieron que en sentido contrario se acercaba un vehículo -aunque dijeron no recordar marca ni modelo- que supusieron era el que iba a buscar a Pérez Algaba. Esa fue la última vez que, en el marco de la causa, testigos dijeron haber visto a la víctima con vida, ya que entre el 22 y 24 de julio sus restos fueron encontrados en una valija y una mochila arrojadas a un arroyo de la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora. Respecto a la camioneta Mercedes Benz negra -valuada en el mercado local en más de 330.000 dólares-, Pilepich dijo que regresó al día siguiente a buscarla.
Por ahora, la causa tiene un detenido: se trata de Alma Nicol Chamorro, una mujer trans de 35 años que sería la dueña de la valija dónde aparecieron parte de los restos del empresario. La Justicia determinó que la mujer es culpable del delito de partícipe secundaria de homicidio y quedó imputada formalmente en la causa.