Más
Policiales

"Me dijo que me va a matar": los últimos y terribles audios que envió Úrsula antes del femicidio

La joven de 18 años había denunciado a su agresor varias veces. Incluso contaba con una perimetral que él no respetaba.

10 Febrero de 2021 09:08
1612964271616

El femicidio de Úrsula Bahillo conmocionó al país entero, no solo por la forma en que fue asesinada por su pareja, sino porque la joven de 18 años ya había hecho varias denuncias ante la Justicia de la localidad de Rojas, debido a que sufría de violencia por parte del agresor hacía tiempo.

De hecho, recientemente trascendieron varios audios de la víctima, en los que contó, entre otras cosas, que Matías Ezequiel Martínez la amenazaba constantemente y la agredía sin parar. "Tengo mucho miedo. Me arrancó todos los pelos, me re cagó a palos", le dijo Úrsula a una amiga, pocos meses antes de ser asesinada.

El crimen ocurrió el lunes por la tarde, aún a pesar de que el 28 de enero pasado la mamá de Bahillo había radicado una denuncia por los delitos de amenaza y desobediencia. Después de eso, el 5 de febrero, 3 días antes de su muerte, la familia de la joven volvió una vez más a denunciar a Martínez.

Según contó la madre de la chica asesinada, durante muchos meses ella no supo que su hija sufría de violencia, hasta que hace unas pocas semanas un matrimonio amigo los alertó a ella y a su esposo.

Así, la familia fue a radicar una denuncia por violencia, y aún a pesar de que todos estaban alertas y de que la Justicia había impuesto una perimetral contra el agresor, él la incumplía sin problemas.

En base a la información que figura en la causa, se sabe que Úrsula fue agredida por su novio durante meses, y de hecho, existe una serie de audios en los que la víctima le relató a una amiga que ya no aguantaba más el calvario que vivía.

"Me siento muy mal amiga, no doy más. Te juro que estoy muy triste. Amiga, me dijo que me va a matar. Casi me quebró la mano, no puedo mover la muñeca", dijo el 16 de noviembre de 2020, casi tres meses antes de ser atacada.

Lee más | Qué hizo el femicida de Úrsula cuando vio a la Policía, la autopsia y la causa que suma "premeditación y alevosía"

En esa misma conversación también reveló que estaba muerta de miedo, y que Martínez la había "cagado a palos" y que incluso le había arrancado los pelos. "Se enojó conmigo porque tienen que trasladar a la madre a Buenos Aires. El loco me está mirando. Yo estoy afuera del hospital, arriba del auto, porque me dijo que si me bajaba, me va a cagar a palos adelante de toda la gente. Ahí viene, amiga", relató.

Como muestran las grabaciones, Bahillo estaba desesperada, ya que temía que su pareja la matara un día cualquiera, en una de las palizas que le daba.

En otro de los audios, la joven incluso le explicó a sus allegados que el agresor contaba con una perimetral, pero que la había incumplido y que por eso mismo había ido a denunciarlo de nuevo.

“Ay, amiga, ¿en serio lo viste? Necesito testigos. Cuando lo vi, fui directamente a la comisaría a denunciarlo. ¿Lo viste? Me volvió el alma al cuerpo”, expresó en relación a que su amiga también había observado como Martínez se había acercado hasta su casa, a pesar de que no podía.

Además, en una serie de mensajes de Whatsapp, Bahillo le había contado a una amiga que su novio la amenazaba de muerte, y que la había golpeado siete veces. "Me callé siempre, hasta que me vi muerta. Por eso lo denuncié”, aseguró.

El crimen

El femicidio ocurrió el lunes por la tarde, en circunstancias que aún se investigan, ya que todavía no queda claro por qué la joven y el agresor estaban juntos en ese momento.

El cuerpo de Úrsula fue hallado entre pastizales de un campo, a la altura del paraje Guido Spano, donde el sospechoso también fue encontrado herido adentro de su auto, después de haberse autolesionado. Aunque intentó escapar a pie, fue detenido por la policía.

Lee más | "La golpeaba y la tenía amenazada": la madre Úrsula Bahillo, asesinada por su ex policía

Como estaba lastimado, se cree que después de haber matado a su pareja de varias puñaladas, el agresor quiso suicidarse, aunque fue trasladado con vida al hospital Unzué, donde permanece con custodia policial.