05 Febrero de 2020 09:40
Los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 19 años que fue asesinado a golpes en la ciudad balnearia de Villa Gesell, ya contaban con antecedentes de episodios de violencia en grupo. Una de sus víctimas, de nombre Federico, contó ayer que lo atacaron de la misma forma que a Fernando en una fiesta privada en Zárate, que luego lo amenazaron y que cuentan con "protección". “Fue muy angustiante ver lo de Fernando porque me vi en su lugar”, afirmó.
En una entrevista con Telefé Noticias, Federico contó detalles la vez en la que la patota de rugbiers le pegó por haberle tirado al piso, sin intención alguna, un vaso con alcohol a uno de ellos. “En una fiesta privada en una quinta, me choca un chico que tenía un vaso. Me quería pelear, le digo no quiero pelear loco seguí en la tuya y yo sigo en la mía. En eso me pega una piña. Cuando me pega me caigo, ahí vino el grupo y me empezaron a pegar piñas y patadas”, relató.
Lee más | "Los rugbiers asesinaron por placer", la gira de Alberto y el desafío de Guzmán: las 7 noticias del día
Pero la agresión no terminó allí. Es que luego de levantarse después de la golpiza, fue hacia su auto para intentar irse de allí. “Cuando logré levantarme empecé a correr hacia mi auto me seguían pegando. Entró al auto me empiezan a pegar en el auto, hago marcha atrás para dar la vuelta y me caigo a un zanjón”, agregó.
Federico además contó que cuando su auto no podía salir de la zanja, los rugbiers siguieron pegándole y hasta le robaron el celular, la billetera y otras pertenencias. Pero la agresión estuvo lejos de terminar, debido a que cuando se empezó a retirar los rugbiers empezaron a arrojarle piedras al auto.