La localidad de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, fue el escenario del horror. Una adolescente, de apenas 13 años, confesó que estranguló hasta la muerte a su abuela, una jubilada de 92. El cuerpo estaba boca arriba sobre la cama, rodeado de pedazos de vidrios rotos y, por ahora, la principal hipótesis que maneja la justicia es que la joven ahogó a la mujer luego de una fuerte discusión.
Todo ocurrió alrededor de las 13 del martes, cuando las autoridades de la Oficina de Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes local solicitaron la presencia policial en una casa ubicada en la calle Castelli al 1000 del barrio Miramar por “encontrarse una persona sin vida”. Al llegar al lugar, los policías se toparon con una mujer de 39 años, quien dijo haber encontrado a su abuela sin vida dentro de su dormitorio, tendida sobre su cama.
Al ingresar, los efectivo comprobaron que la anciana estaba muerta sobre una cama de dos plazas, en posición cúbito dorsal, cubierta hasta la mitad del cuerpo con la ropa de cama. Además, se detalló que detrás de la cama se encontraba un mueble de madera con aberturas de vidrios con “restos de cristales esparcidos sobre su lateral derecho y sobre el suelo del mismo sector”.
Una vez en el lugar, el médico policial constató el deceso de la mujer identificada con las iniciales R.A.M.L. En ese momento, en la sede de la Oficina de la Niñez se presentó con su madre M.C.G, de 13 años, quien confesó que "a raíz de mantener una disputa verbal con su abuela, la habría asfixiado dentro de su domicilio". De acuerdo con el informe policial, "la presunta causante" quedó "bajo la guarda de la autoridad de aplicación".
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Además, se informó que el juez penal subrogante dio intervención a personal médico del Centro de Salud Mental. Como parte de la investigación, personal de la DDI realizó el relevamiento y levantamiento de cámaras de seguridad ubicadas en la zona donde ocurrió el homicidio, mientras que en el lugar trabajó personal criminalístico y médico forense. Y también se tomaron declaraciones a familiares de la menor.De acuerdo a los primeros testimonios, tanto la víctima como la adolescente mantenían una relación “normal”. Por esta razón, se investiga si fue un ataque de ira de la menor lo que la llevó a este trágico desenlace. A simple vista se advertían lesiones en el cuello de la anciana que apuntan a una muerte por ahorcamiento. De todas maneras, se espera el resultado de la autopsia para confirmarlo y también para conocer cuántas horas llevaba muerta cuando la encontraron.
Mientras avanza la investigación, algunas versiones señalan que el crimen se habría producido durante el fin de semana pero que recién en las últimas horas la menor se quebró y confesó a través de un mensaje que le envió a una tía. “Me mandé una cag. . . con la abuela”, habría escrito por WhatsApp después de mantener una discusión con la víctima.