Martín Horacio Escobar Behr tuvo dos hijas a quienes violó al menos en 16 oportunidades a lo largo de siete infernales años. Su hija mayor, sintió algo raro en su cuerpo pero nunca imaginó qué podría estar sucediendo, la noticia la impactó: estaba embarazada. Es ahí cuando decide denunciarlo y empezar un tortuoso camino que duró 10 años. Es que Escobar Behr estuvo prófugo de la Justicia y recién en el año 2021 pudieron encontrarlo, juzgarlo y al fin darle sentencia: 20 años de prisión.
Enterarse de su embarazo fue el inicio de la historia de terror más aberrante que haya sucedido en Merlo. La hija mayor de Escobar Behr afirmó que las violaciones, vejaciones y abusos sexuales empezaron en 2004, cuando ella tenía 8 años, y finalizaron en abril de 2011, cuando ella había cumplido los 16. Tras un episodio de violación, nació su hija que en este 2023 ya cumplió 12 años.
El "llamado "monstruo de Merlo" tuvo un freno tras haber sido denunciado por su hija que parió un hijo suyo. Durante esos siete años de abusos, las hijas denunciaron "innumerables episodios de violencia física y psicológica" y la menor de ellas afirmó: "De tan solo verlo enojado me orinaba por temor a lo que vendría". Su hermana mayor detalló cómo vio que su padre rompía la cuna de su hermana porque no paraba de llorar siendo tan solo una beba.
La casa en la que vivían las hermanas, ubicada en el partido de Merlo más precisamente en San Martín se volvió un infierno en aquellos años de violencia y abusos extremos hasta que pudieron denunciar. Sin embargo, cuando llevaron la causa a la Justicia y empezaron los trámites para el juicio, Escobar Behr hizo una movida terrorífica: se dio a la fuga después de haberse realizado una extracción de sangre y estuvo más de 10 años escapando de la Justicia.
No obstante, en 2021 fue detenido en Puerto Iguazú, Misiones (cerca de la triple frontera con Paraguay y Brasil) y fue juzgado por el Tribunal Oral Criminal Nº 2 a cargo de los jueces Osvaldo Cedarri, Humberto González y Andrea Bearzi.
Tras ordenar que fuera preso con una condena por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y corrupción de menores agravada, siempre en concurso real entre sí, el violador de sus hijas dijo: "Pónganme la pena que quieran, yo ya encontré a Dios".
La historia plagada de descargadores detalles
La mayor de las hermanas admitió que los abusos sexuales empezaron desde que ella era muy chica, ocho años y recuerda que su padre le pidió que le mostrara "cómo hacían pis las mujeres porque su madre se negaba a hacerlo". Desde ahí empezó un infierno inagotable de perversiones sexuales.
Es que Escobar Behr le mostraba a menudo contenido sexual pornográfico a ella y a su hermana menor cuando la madre de ambas no estaba en el hogar que compartían en Merlo. "Sufríamos violencia física y psicológica. De tan solo verlo enojado me orinaba por temor a lo que vendría", contó la hermana menor que tuvo que ver cómo su hermana mayor paría un hijo fruto de la violación más aberrante.
El monstruo de Merlo, arrepentido
La condena de Escobar Behr no tiene vuelta atrás: le dieron 20 años de prisión pero también se incorporarán sus datos en el Registro de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual y su perfil genético será registrado en el Registro Nacional de Datos Genéticos.
Según las hijas de Escobar Behr, la noche en la que hicieron la denuncia fue un "suplicio" y recordaron amargamente cómo fue atravesar las horas que no pasaban más: "Pensé que nos iba a matar a las tres", haciendo referencia a su hermana y a su madre que estuvieron presentes esa noche del infierno.
Al momento del juicio, las hermanas vieron cara a cara a su progenitor. En su alegato, le pidió disculpas a sus hijas; la mayor decidió retirarse pero quedó la menor que escuchó lo que tenía para decir: "Los hechos ocurrieron tal cual fueron expuestos. Estoy arrepentido, pido perdón por todo lo que les hice a mis hijas, que no tiene justificación. Soy el único culpable, siento vergüenza y dolor, perdí el juicio y cometí errores".
La menor de las hijas rechazó el pedido de disculpas de su progenitor que ahora deberá cumplir la mayor de las penas que le impusieron la fiscal Paula Hondeville, de la UFI Nº 10 especializada en Violencia de Género e Intrafamiliar. Además, su colega Pablo Galarza que estuvo frente al juicio solicitó que uno de los agravantes para la pena del violador sea "la afectación al derecho a la identidad de la niña que nació producto del incesto"; el agravante finalmente tuvo lugar y por eso la pena es tan extensa.
Si sufrís violencia de género
- Llamá a la línea 144: te brindarán asistencia las 24 horas los 365 días del año
- Por mail a linea144@mingeneros.gob.ar
- Por WhatsApp al 1127716463