por Alejo Paredes
29 Marzo de 2019 16:45Nahuel Taborda (27) y Alexis Dos Santos (29) viven con miedo, aterrorizados de que algo les pueda llegar a pasar. ¿La razón? Desde el lunes a la madruga reciben amenazas constantes de muerte de parte de los familiares de los oficiales y de los propios agentes de la comisaría Nº12 de la ciudad santafesina de Santo Tomé que brutalmente los atacaron y torturaron por el simple hecho de ser novios.
Nahuel y Alexis fueron brutalmente golpeados en al Comisaría de Santo Tomé.
La historia comenzó el lunes, cuando Alexis regresaba de la casa de su suegra. "Veníamos de Santa Fe, de la casa de mi suegra. Cruzo a la policía, llegó a mi casa, cuando llego se asomó un patrullero del Comando Radioeléctrico. Bajo de mi auto y Nahuel ya me esperaba en la puerta del portón con su moto para abrirme”, detalló el joven de 29 años en diálogo con BigBang.
Según relató, los agentes de “muy mala manera” le pidieron que fuera con ellos con la excusa de que conducían un auto "sospechoso" por tener los vidrios polarizados. “Yo me resistí. Les pedí una orden de allanamiento y les pregunté el motivo de porque me estaban deteniendo”, remarcó, afirmando que tuvo que meterse a su casa rápidamente porque los oficiales se abalanzaron sobre él.
“Nos dio miedo. Ahí se acercó el oficial que manejaba a dialogar conmigo, con el objetivo de que salgamos y llevarnos a la calle. Yo me quedé adentro del portón de mi casa. En eso me manotea del cuello para sacarme, forcejeamos, lo empujo y logré quedarme adentro. Fue entonces que hace dos disparos con la escopeta y nos apuntan con la nueve milímetros”, contó.
Visiblemente nerviosos, alterados por la situación que acababan de presenciar -uno de los disparos paso a pocos metros de su posición- los jóvenes aseguraron que no habían cometido ningún delito, algo que a los agentes no les importó: “Estábamos muy nerviosos, no hicimos nada y nos balean. En eso de dos minutos cayeron varios patrulleros más”.
“De muy mala manera querían que salgamos. Les empecé a preguntar sobre leyes y no sabían ninguna”, expresó. Según le explicó a este portal, fue entonces que llamó a su hermana, que vive a dos casas de su hogar, para que los ayudara a salir de esta difícil situación. Pero fue en vano, la joven tuvo que sortear el maltrato policial para ingresar a la casa de su hermano.
La comisaría Nº12 de la ciudad santafesina de Santo Tomé.
“Mi hermana vive a dos casas de la mía, la llamo y le digo que venga para acá. Vino, se mete a mi casa y empezamos a dialogar con el oficial. Pero de repente, uno me agarra del cuello, lo sigue otro y otro, y entran todos a mi casa sin orden a querer sacarme”, detalló.
Alexis intentó agarrarse de sus muebles, de plantas y hasta de la reja de la puerta de su casa para evitar que los agentes lo arrastraran a la calle. Pero no soportó los golpes y cedió: “Me sacaron a las piñas, a las trompadas de mi casa. Nos arrastraron (a los tres) 15 metros por la calle”.
No solo ellos recibieron el maltrato de la policía de la comisaría Nº12 de Santo Tomé, sino que su hermana también fue arrastrada y golpeada por agentes masculinos. “Violaron la ley. A mi hermana también la sacaron a los golpes, a las trompadas, y le pusieron dos esposas. Y masculinos, no había femeninas en ese momentos”, resaltó, visiblemente conmovido.
Una vez fuera de la casa, a los tres los trasladaron a la comisaria 12: “Ahí adentro nos cagaron a trompadas, nos tiraban arriba de mezas y bancos. Los rompieron con nuestros cuerpos”. Alexis tuvo un accidente años atrás que le dejó un saldo 75 puntos en la zona de la panza y un acrílico que le recorre la mitad de la cabeza. “Yo no puedo recibir golpes”, dijo.
Y continuó: “Me pegaron igual en la cabeza, en la panza. Yo no puedo recibir golpes porque tengo el cerebro al descubierto. No me creían y les presenté el carnet de discapacidad. Me lo tiraron en la cara y me pegaron más por ser discapacitado”. Pero la tortura de los oficiales empeoró cuando descubrieron que él y Nahuel eran pareja.
"Yo lo defendí y él me defendió. Nos tirábamos arriba del otro para que no nos peguen. En un momento le digo a Nahuel 'quedate tranquilo, mi amor' y enloquecieron. Se enteraron que somos una pareja gay, me agarraron de la cola mientras me pegaban, me agarraron de los genitales, me los retorcieron. Todo duró cuatro horas. Fue un infierno. Estamos muy mal”, manifestó.
Según le detalló Alexis a BigBang, los oficiales los torturaban mientras lanzaban frases como “te gusta putito, te gusta” o “mira los putitos como lloran a la luz de las estrellas y la luna”. Todo frente a la atónita mirada de su hermana, que se encontraba esposada y tirada en el pasillo. “Nos decían que si sacábamos esto a la luz nos iban a matar con un tito a la cabeza”, aseguró.
Los golpes finalizaron cuando los familiares de los chicos se hicieron presentes en el lugar. En ese momento -según sus propias palabras- Alexis sufrió una convulsión a causa de las feroces trompadas en su cuerpo: “A mí me agarró una pre-convulsión y un ataque de nervios, no nos dieron asistencia médica y no me dejaron tomar la pastilla”.
Pero el infierno que sufrieron ambos no terminó ahí, sino que recién empieza. Si bien los seis policías acusados de "apremios ilegales, allanamiento ilegal, vejaciones y falsedad ideológica" fueron detenidos el miércoles, este viernes el juez a cargo de la causa decidió dejarlos en libertad para la sorpresa y la angustia de Alexis y Nahuel.
“Estamos muy mal y con el resultado de hoy, peor. El Juez determinó la libertad de los policías. Están libres. Qué garantías tenemos que no cumplan con sus amenazas. Recibimos amenaza de muerte, de que van a quemar la casa, que nos cuidemos porque una vez que termine este en los medios nos van a venir a pegar un tiro”, contó, entre lágrimas.
Los chicos se encuentras refugiados en su casa, con temor a las represalias de los agentes. "Nahuel corre riesgo de que lo echen. No tenemos resguardo. Los familiares de los policías publican que empieza la cacería contra nosotros. Estamos desamparados y solos. Me quise matar, me quise cortar las venas cuando le dieron la libertad”, confesó Alexis, superado por la situación.
Y siguió: “Se lo dije a mi abogada, me quise ahocar con el cinto en el centro para que todos me vieran y entiendan. Sentimos mucha impotencia, lloramos todos los días. Estamos dispuestos a presentar la última prueba, todo esto lo tengo en un CD al mayor postor, el que me de la seguridad de que nos van a cuidar. Estamos destrozados. Yo voy a ir hasta lo último”.
Las marcas de los golpes que sufrieron los jóvenes.
Este viernes, ambos se juntaron con personal del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). “El INADI está tomando cartas en el asunto, nos van a dar una protección y van a hacer una denuncia por maltrato psicológico y discriminación. El juez determinó seguridad, pero no estuvimos en la misma audiencia que ellos. Nosotros queremos que estén presos, no libres sin un arma. Tenemos miedo. No sabemos sin salir caminando o tapados”, sentenció.