Una escena de espanto sacudió esta semana al Hospital Materno Infantil "Héctor Quintana" de San Salvador de Jujuy: un bebé de apenas seis meses lucha por su vida en terapia intensiva después de que un enfermero le inyectara leche directamente en la vía intravenosa, donde debía recibir suero. El hecho, de una gravedad inusitada, conmocionó a la comunidad jujeña y ya se encuentra bajo investigación judicial.
La pesadilla comenzó cuando Alejandra Argota, madre del menor, notó que el líquido que ingresaba por la vía del bebé no era el habitual. "Cuando me di cuenta que estaba entrando la leche, ya habían pasado los 60 mililitros. Empecé a gritar y rápidamente había un montón de enfermeros y médicos atendiendo a mi bebé", relató con la voz quebrada a El Tribuno. "No podía creer lo que estaba pasando. Nos dijeron que el bebé podía haber hecho un paro cardíaco ", agregó.

Lo que vino después fue una carrera desesperada por estabilizar al pequeño, que entró en una severa descompensación y debió ser trasladado de inmediato a cuidados intensivos. El enfermero señalado por este acto, un hombre de 47 años con 13 años de experiencia en el hospital y sin antecedentes penales registrados, fue detenido por la policía. La causa está en manos del fiscal Guillermo Beller, quien ya la caratuló como "lesiones graves", aunque advirtió que podría agravarse según la evolución del estado de salud del bebé. "Se inyectaron entre 50 y 60 milímetros de leche vía endovenosa en un menor de seis meses", sostuvo el fiscal.
Además, en una conferencia de prensa sumó: "Es mucho líquido, por eso se entiende que su vida está en riesgo, y pudo haber sido un desenlace fatal". A su vez, el funcionario público aseguró que "no se descarta ninguna hipótesis", y que se están peritando el teléfono del acusado y las cámaras de seguridad del hospital para determinar si se trató de un error humano o de un acto intencional. Por ahora, todo es incertidumbre y dolor. La madre del pequeño asegura que le resulta "inexplicable" lo sucedido: "La leche pasó por su cerebrito, el corazón, los riñones, los pulmones, por todo el cuerpito".
Y continuó: "Es inexplicable un error de este tipo en gente que se supone es profesional". El bebé, que ya estaba internado por complicaciones pulmonares detectadas durante el embarazo, permanece en estado reservado, con pronóstico crítico. Un equipo médico multidisciplinario monitorea sus signos vitales y los posibles daños provocados por el ingreso del líquido lácteo al sistema circulatorio. "Mi bebé no está grave, está gravísimo. Solo con la ayuda de Dios podemos salir adelante", expresó Alejandra con una mezcla de angustia, bronca, dolor y, sobre todo, con la esperanza de que su hijo se reponga.
La audiencia imputativa se llevará a cabo este viernes y definirá el futuro inmediato del enfermero detenido, que podría enfrentar prisión preventiva. Mientras tanto, Jujuy sigue conmocionada por un hecho que pone en tela de juicio los protocolos de seguridad en los centros de salud y que deja al descubierto la fragilidad con la que, a veces, puede pender una vida. "Estamos haciendo todo con la celeridad posible y conteniendo a la familia", dijo el fiscal. Pero la escena sigue siendo tan escalofriante como inverosímil: leche en una vena, un cuerpo tan pequeño resistiendo, y una familia al borde del abismo, abrazada a la fe.