Sucedió esta mañana en un colectivo 354 que estaba por llegar a su destino final, la estación Lanús. Una chica joven se desmayó. Le pusieron perfume en la cara para que se despertara y no reaccionaba. Una pasajera decidió abrirle la campera para que respirara mejor. Entonces descubrió algo inesperado: la joven llevaba un arma en la cintura.
Todos los pasajeros -excepto, naturalmente, la que llevaba a su vez el desmayo y el arma- debieron bajarse del colectivo y esperar el siguiente, donde viajaba el cronista de BigBang, que de este modo se enteró de la historia. Más tarde, una alta fuente de la municipalidad de Lanús confirmó que la joven tiene 21 años, carece de antecedentes penales, que la llevaron a la comisaría y de allí al hospital vecinal, donde constataron que estaba ebria.
Cuando esté un poco más lúcida, deberá responder de dónde había sacado el arma, qué había hecho antes y, en todo caso, qué pensaba hacer luego con ella. A los vecinos les queda un módico susto y una anécdota para contar en sus trabajos, donde, seguro, llegarán un poco más tarde que de costumbre.