El desenlace pudo haber sido fatal, pero afortunadamente algo en el arma falló y la bala no salió. Horacio Ramos es dueño de la pizzería Point, ubicada sobre la calle Mariano Acha, en el barrio de Villa Urquiza, y el último sábado -según sus amigos y familiares- volvió a nacer.
Todo ocurrió el sábado pasado, cerca de la medianoche, cuando Horacio se disponía a cerrar el local y volver a su casa. En ese momento, un delincuente armado ingresó al establecimiento de comida con la intención de robarse la recaudación del día.
En ese momento, el dueño del local -que se encontraba acompañado por un amigo- reaccionó e hizo retroceder al delincuente. El atacando decidió huir, aterrorizado, pero antes, en pleno frente del local, intentó disparar el arma. Afortunadamente para Horacio, la bala no salió.
Todo quedó registrado por dos cámaras de seguridad. El ladrón escapó en un Peugeot 207 rojo donde lo esperaba su cómplice. "Cuando vi que querían abrir la puerta, veo por las cámaras que no era ninguno de mis empleados y que tampoco venían a pedir comida como está pasando seguido últimamente”, explicó el dueño del local.
Y sumó: “Mi reacción fue decir: '¿Qué onda?, ¿qué onda?' y pasarme para el otro lado del mostrador. Mi amigo vio la reacción y ahí es donde el pibe se asusta, se va para atrás y dispara; por suerte la bala no salió". Según explicó, los ladrones tenían información sobre los movimientos de la pizzería y sabían que faltaban pocos minutos para el cierre del local.
Además, Horacio señaló que los delincuentes estacionaron en una zona donde no llegaba el tiro de las cámaras de seguridad. "Fue lo que me salió en el momento; a veces el miedo te hace salir corriendo, otras veces salís para adelante; a nosotros nos salió así", advirtió, aclarando que su reacción no fue la correcta y que la situación pudo haber terminado de la peor manera.