Rodrigo Eguillor tiene 24 años, es ex relaciones públicas de la discoteca Jet, es hijo de una fiscal y su nombre figura en un expediente judicial después de que una joven lo denunciara por abuso sexual. A partir de eso, en las redes sociales se inició una seguidilla de comentarios y mensajes en lo que otras jóvenes aseguraron haber sufrido.
Eguillor tiene 24 años.
Según detalla el hecho la causa, el jueves 15 de noviembre pasado, una joven de 22 años -oriunda de Ituzaingó- denunció hacer sido abusada en un edificio en el barrio de San Telmo, ubicado en la esquina de Independencia y Piedras.
El hecho es parte de una causa caraturada como "averiguación de delito". Eguillor es hijo de Paula Martínez Castro, fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora. Al ser consultada hoy por la mañana por distintos medios la mujer aseguró no tener ninguna voluntad de ser vinculada al escándalo y que la Justicia deberá accionar como debe.
La carátula de la causa.
La denuncia contra Eguillor se viralizó rápidamente. En las últimas horas se confirmó que habría dos denuncias más en su contra, pero aún no se precisaron detalles.
Según el relato de las amigas de la primera joven denunciante, el ex RRPP había arreglado con ella para pasarla a buscar por la universidad a la que asiste. Pero luego le pidió que se acercara a pocas cuadras porque estaba con un amigo en la dirección donde habría ocurrido el ataque.
Una de las tantos relatos de jóvenes que lo conocieron.
En la denuncia, también, se detalla que cómo el joven insistía en tener relaciones sin preservativo, la denunciante le pidió que le abra la puerta. Eguillor le ofreció fumar marihuana, pero la víctima se negó. Él le aseguró que no tenía la llave y que debían esperar a su amigo para irse.
La joven intentó huir por el balcón del tercer piso de la casa y los gritos despertaron a los vecinos. Ella intentaba escapar. Él simulaba que se trataba de un intento de suicidio. El abuso sexual habría ocurrido luego de que Equillor la obligara a entrar en la habitación.
El caso de la joven disparó otros relatos. Además de provocar indignación y repudio, otras jóvenes sumaron su apoyo y relataron situaciones sufridas por el mismo agresor. Para hacer un descargo, el joven inició una trasmisión en vivo desde su cuenta de Instagram en la que aseguró que no es ningún 'violín' y admitió que 'se garcha modelos'.
A su vez, se refirió a la denunciante como “un gato” y formulando comparaciones entre mujeres. “Hay minas bien y otras de tanga floja”, expresó. Mirá el video.
Para terminar juró por su abuelo y por su perro que nunca le levantó una mano a una mujer pero reconoció que lastimó emocionalmente a varias de sus parejas.