El caso de la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin dejó a toda Argentina convulsionada, pero el veredicto sorprendió a propios y extraños: la Justicia decidió absolver de toda responsabilidad al por entonces director de la clínica en la que se operó la conductora, Roberto Martingano y a Eliana Frías, la instrumentadora quirúrgica que también estaba implicada en la causa.
Este miércoles 6 de diciembre de 2023, en el Tribunal Oral Criminal y Correccional 26, se escuchó un tibio y apagado aplauso por parte de la defensa de los principales acusados cuando se terminó de leer la sentencia de absolución para los dos posibles implicados por la muerte de la periodista. Cabe aclarar que este es el segundo juicio que se celebra para esclarecer el caso.
A pesar del trabajo de la querella, el fallo judicial favoreció a Martingano -ex director del Sanatorio de la Trinidad de Palermo- y a Frías que había sido observada como "testigo reticente" en una de las pericias, por eso se la había acusado de encubrimiento. Los fundamentos se publicarán el jueves 14 de este mes.
Desde que Pérez Volpin murió en febrero de 2018 se intentó esclarecer si entre los médicos hubo encubrimiento. Martingano fue imputado por este hecho y la fiscalía había pedido para él tres años de prisión y 10 de inhabilitación para ejercer el cargo de director médico.
Sin embargo, la defensa alegó: "Él propuso que se haga la autopsia. Y no presentó los elementos por los que se acusa. Nadie ordenó que se cambie el aparato. En el juicio quedó claro ninguna de las acusaciones se probaron".
Al momento de presentar los medios de prueba, Martingano entregó una máquina procesadora del endoscopio con el que se había operado a la periodista, que presentaba una falla fundamental: tenía "limados" los números de serie lo que impedía chequear su autenticidad y por lo tanto, se dificultaba constatar si era la misma con la que fue intervenida la víctima. ¿Era la máquina verdadera o se había modificado para ocultar la verdad?
Frías, por su parte, había sido acusada como testigo reticente tras haber advertido que en su declaración había dicho 23 veces "no sé", "no vi" y "no me acuerdo". Sobre esta situación, el abogado de la familia, Diego Pirota había declarado: "Su imputación es por nunca haber querido contar lo que vio. Uno puede mentir por acción u omisión, que en este caso es no contar la verdad".
Así, la querella había pedido para ella 3 años y la fiscal María Luz Castany, dos. Al momento de decir sus últimas palabras antes de la sentencia, Frías tomó la decisión de hacer un silencio de tumba.
Al revelarse la sentencia de absolución, Pirota quedó en estado de "absoluta sorpresa"; cabizbajo y meditabundo declaró: "Se perdió una oportunidad de hacer justicia, de ser valientes y de ocuparse de las víctimas y no solamente de los derechos del imputado". Además agregó: "No conocemos los fundamentos, se habrá tenido que esforzar bastante en torcer la realidad probatoria para fundar una sentencia como la que habrá escrito".
El abogado no podía salir de su sorpresa: "Entendíamos que la prueba era tan abrumadora que no iba a quedar opción más que dictar un fallo ejemplar. Se perdió una oportunidad hoy, esperemos que Casación lo revierta, lo analice y haga la justicia que no se hizo".
Al mismo tiempo Castany dijo que también "esperaba una condena". Y agregó: "Fue todo una sorpresa porque pensamos que iban a condenar a ambos. La verdad es que realmente es una sorpresa porque después de más de 20 audiencias probamos todo lo que veníamos haciendo". Ambas partes ya confirmaron que apelarán el fallo que considera que el médico y la instrumentadora quirúrgica no incurrieron en delito.
Horas antes de conocerse la sentencia, la palabra de los hijos
Durante todo el proceso legal estuvo presente la familia de Pérez Volpin que muy pacientemente esperó el veredicto que para nada les fue agradable. Tanto así, que cuando se leyó la última palabra de la sentencia decidieron retirarse en silencio y no respondieron ninguna pregunta a la prensa que estaba allí presente.
La convocatoria al juicio fue bastante mínima porque las condiciones climáticas de la ciudad no ayudaron: llovió torrencialmente por lo que muchos no pudieron llegar, cuentan los que estuvieron en la sala que el juicio parecía hasta "privado".
Horas antes de la sentencia, Agustín y Luna, los hijos de la histórica periodista, hablaron en el canal en el que trabajaba su madre, TN y más precisamente en el programa que ella conducía: "Arriba Argentinos".
Allí Agustín expresó: "Estamos con confianza de que va a salir todo bien, pero también mucho desgaste encima. Más allá de lo judicial, es muy doloroso en lo personal. Estamos exigiendo justicia por Débora".
Y agregó: "No buscamos venganza, solo justicia. Si la Justicia hace lo que tiene que hacer termina acá". Con una mano en le corazón también refirió a cómo le duele a la familia esta situación: "Es muy emotivo todo lo que pasó en las últimas semanas. Una situación que se había analizado y discutido, fue un juicio muy crudo. Es importante el cierre del ciclo con la sentencia".
Qué le pasó a Débora Pérez Volpin
Falleció el 6 de febrero de 2018 en el Sanatorio la Trinidad, del barrio porteño de Palermo. El causante de su muerte fue una intervención de alto riesgo que le practicó el endoscopista Diego Bialolenkier que en este momento cumple condena firme de tres años de prisión que la Corte Suprema de Justicia dejó firme hace pocos días.
Sin embargo, no cumple la condena en prisión. La periodista sufría de dolores estomacales muy fuertes por lo que decidió intervenirse quirúrgicamente, pero antes debían hacerle un estudio endoscópico de baja complejidad; sorprendentemente, la periodista murió durante ese estudio.
La autopsia, dejó claro lo que había pasado; tuvo una: "Solución de continuidad transmural (perforación) en el tercio superior (esófago cervical) con extensa hemorragia como signo de vitalidad de la lesión". Eso es lo que derivó en una "perforación instrumental del esófago torácico que derivó en un paro cardiorrespiratorio".