El hallazgo de los cuerpos de Paloma Gallardo (16) y Josué Salvatierra (14) debajo de un puente en Florencio Varela sacudió a toda la comunidad. Lo que en un principio parecía un simple robo con desenlace trágico ahora se tiñe de misterio y terror: el abogado de una de las víctimas lanzó una hipótesis que pone al narcotráfico en el centro de la escena. Carlos Dieguez, representante legal de la familia de Josué, se desmarcó de la versión policial que sostiene que los adolescentes fueron asesinados en un asalto. En una declaración escalofriante, el abogado sugirió que los chicos podrían haber sido testigos de una operación de narcomenudeo en la zona.
De acuerdo con el letrado, los menores habrían sido eliminados para garantizar el silencio. "Tenemos otra hipótesis diferente a la versión policial, no la del robo. ¿Quién mata a dos personas en pleno día por una mochila y dos celulares? ¿Qué resistencia pudieron haber tenido un chico de 14 y una nena de 16? Hay más interrogantes que certezas", cuestionó Dieguez en diálogo con Arriba Argentinos. Las autopsias preliminares revelaron que Paloma y Josué presentaban traumatismos de cráneo, pero sin otras señales de violencia o defensa.
La escena del crimen, situada en una zona que, según la policía, es frecuentada por personas en situación de calle, podría, de acuerdo con Dieguez, ser en realidad un punto caliente de actividades delictivas vinculadas al narcotráfico. "No se habla de que ahí se reúne gente para el narcomenudeo. La versión más firme que tenemos es que los chicos ocasionalmente vieron algún movimiento de gente muy pesada que no deberían haber visto", advirtió el letrado. El fiscal Hernán Bustos Rivas mantiene la carátula de "homicidio en ocasión de robo", pero la falta de pruebas concretas sobre un asalto despierta dudas.
La policía aún no tiene sospechosos y la comunidad está conmocionada. Para Dieguez, las inconsistencias en la investigación y la falta de rapidez en la búsqueda de los adolescentes cuando fueron reportados como desaparecidos podrían indicar una trama mucho más oscura. "El vecino sabe dónde está el narco y la policía no", disparó el abogado, sugiriendo una preocupante connivencia entre las fuerzas de seguridad y el crimen organizado.
El caso también trajo a la memoria otro hecho brutal: el doble crimen de Lucas Escalante y Lautaro Morello en 2022, también en la misma jurisdicción. "No nos olvidemos que en la misma zona los levantaron a Lucas y a Lautaro, que luego fue encontrado brutalmente asesinado", recordó Dieguez, insinuando un posible patrón en los homicidios. Mientras las familias de Paloma y Josué claman por justicia, la versión policial comienza a resquebrajarse ante la presión mediática y las denuncias de los vecinos. ¿Estamos ante un doble crimen mafioso encubierto como un simple robo? La respuesta podría tardar en llegar, pero el miedo ya se instaló en Florencio Varela.