Rolando Nusbaum, de 67 años, fue cruelmente asesinado este martes a la madrugada en su casa de club de campo de la localidad bonaerense de Open Door, partido de Lujan, por delincuentes que entraron a robarle.

Según declaró su esposa, de quien se estaba por divorciar, mientras dormían fueron sorprendidos por un grupo de ladrones que los despertaron para pedirles objetos de valor y dinero. Después de eso, mientras ella estaba con uno de los asaltantes, otro de los miembros de la banda le disparó a su marido en la cabeza, lo que le produjo la muerte instantánea.

En base al relato de Gabriela Moreyra, la mujer del empresario rural que se dedicaba a administrar un coto de caza en la provincia de La Pampa, cuatro delincuentes ingresaron esta madrugada a su casa en el lote 124 del club de campo "La Ranita" de Open Door, los despertaron, los sacaron de la cama y los obligaron a recorrer distintos ambientes en búsqueda de dinero y elementos de valor. 

En detalle, aseguró que mientras ella estaba en la planta baja de la vivienda en compañía de uno de los ladrones, escuchó un disparo, pero no pudo ver qué fue lo que pasó porque los delincuentes le exigieron que los escondiera en el baúl de su auto, y que después salieran del barrio para que los guardias de seguridad del lugar no se dieran cuenta de lo que había sucedido.

En declaración a la policía, Moreyra dijo que dos de los delincuentes cargaron los elementos robados en su auto, un Ford Focus viejo, y la obligaron a ella a sacarlos del barrio, mientras que los otros dos asaltantes quedaron en la casa con el marido y los hijos, quienes dormían durante el robo y no escucharon nada.

La esposa de Nusbaum indicó también que dejó a los delincuentes en la ruta 6 y recién cuando la liberaron y regresó con el auto a la casa, pasadas las 4 de la madrugada, encontró a la víctima asesinada de un disparo en su cama.

Además, Moreyra contó que los delincuentes se llevaron 30.000 dólares, dos celulares, elementos de valor como cuchillería y varias armas de fuego, algunas de ellas largas, por la actividad de caza de su esposo.

A pesar de su relato, en las últimas horas fuentes de la investigación aseguraron que la autopsia, realizada por la Policía Científica de Chivilcoy, determinó que el empresario fue ejecutado de un solo disparo en el rostro mientras estaba acostado y tapado en la cama de su habitación.

Los primeros resultados revelaron que Nusbaum recibió un solo balazo que ingresó por uno de los pómulos y que quedó alojado en la región malar, lo que le provocó la inmediata muerte. Según los expertos, la víctima no presentaba ningún signo de defensa, y por la posición en la que fue hallado el cadáver, acostado en la cama y tapado con sábanas y frazadas, se analiza la posibilidad de que el empresario haya sido asesinado mientras dormía.

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Este detalle se contrapone con el relato que su esposa, quien aseguró que los delincuentes los despertaron tanto a ella como a su marido, y que los hicieron levantar para recorrer la casa en busca de dinero.

El fiscal a cargo de la causa, Pablo Vieiro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 descentralizada de Luján, pidió analizar los videos de las cámaras de seguridad del barrio cerrado, mientras espera además el resultado de varios peritajes realizados por la Policía Científica.

En la escena del crimen, los peritos levantaron una vaina servida 9 milímetros, con lo que se cree que una pistola de ese calibre fue el arma homicida. Por protocolo, se mandó a peritar el auto de Moreyra para buscar huellas digitales, y se le tomaron muestras de las manos a la víctima y a la esposa para la prueba de barrido electrónico que detecta restos de pólvora.

Por su parte, familiares de la víctima contaron al fiscal que, por su actividad, Nusbaum viajaba mucho, y que desde hacía un tiempo se había abandonado la casa familiar en Open Door, y que por eso se había ido a vivir con su hermano.