25 Marzo de 2022 10:27
Una situación de tensión se vivió en la comisaría número 3 del centro porteño, cuando los presos destrozaron los candados de las celdas y se amotinaron pidiendo ser trasladados a dependencias del Servicio Penitenciario Federal. Además, provocaron destrozos mobiliarios y baños y tabicaron un calabozo. La Policía reaccionó de inmediato y desde la cartera de Seguridad porteña aseguraron que el conflicto se inició por un pedido generalizado de los internos para ser trasladados a penales con más espacio y mejores condiciones.
Los detenidos incluso llegaron a liberar a otros detenidos y destrozaron distintos objetos que utilizaron como armas cortantes. La información vertida por fuentes policiales es que hasta el momento habría tres convictos que resultaron heridos con golpes y cuchilladas. Cabe destacar que ante el motín, las prisiones se quedaron sin servicio de luz, dado que hubo destrozos en las luces y varios reclusos tiraron por las ventanas baldosas de los baños hacia los patos internos. En el área del baño y el patio se encontraron 10 facas.
"No hubo fuga, ni intento de ella. Ni tomaron la comisaría. Ellos mismos obturaron la entrada para reclamar y que no entre ningún grupo de contención", precisaron fuentes policiales. Tras un tire y afloje de los policías con los reclusos, las autoridades solicitaron la presencia del SAME y pudieron llegar a un acuerdo con los detenidos para que depongan su actitud: les dieron una hora y llamaron al grupo especial Contención de Alcaldías.
Ninguno de los internos tuvo que ser trasladado a hospitales y 21 de ellos fueron derivados durante la madrugada a distintas Alcaldías de la Ciudad de Buenos Aires. Los efectivos policiales inspeccionaron luego el área y en el sector del patio y en el baño encontraron diez facas de metal y madera, fabricadas por los presos. El caso está a cargo del Dr. Caunedo y ante la Secretaría 135 del Dr. Muffatti. El juzgado que interviene es el Número 39.
Los reclamos de los reclusos, según el ministerio de Seguridad porteño, no fueron "reclamos puntuales hacia las fuerzas policiales", sino que se dispararon por un enfrentamiento entre los propios presos.