Todo comenzó horas antes del mismo día del ataque, cuando la víctima publicó en Facebook Marketplace que estaba buscando trabajo. A los pocos minutos, la contactó un hombre con una oferta y, luego de pasarle su teléfono celular, mantuvieron una conversación en la que pactaron encontrarse en una estación de servicio cercana. Desde allí, se suponía que la llevaría a trabajar el turno noche de un drugstore.
Cuando ya estaba en camino hacia su supuesto nuevo empleo, la joven advirtió que estaban transitando por lugares extraños y se lo hizo saber, ante lo que el denunciado le advirtió que si no se callaba le iba a pegar un tiro. Luego, frenó la moto en una finca de limones ubicada en inmediaciones del barrio de Los Pocitos y obligó a la muchacha a practicarle sexo oral. Después, se apoderó de su teléfono celular y se retiró abandonando a la víctima.
El 13 de febrero una jueza libró una orden de detención en contra del acusado, la cual se concretó ese mismo día, por la tarde, con resultado positivo. Tras un allanamiento en su domicilio en Lomas de Tafí, el presunto pervertido fue detenido y se secuestró el celular de la víctima.
El auxiliar fiscal Álvaro Martín Antoni Barrios, en representación de la Unidad Fiscal, solicitó la prisión preventiva por 60 días mientras avanza la investigación, con el psicodiagnóstico a la víctima y la recolección de las evidencias que faltan.
¿Cómo ocurrió el hecho?
El 6 de febrero del 2022, una joven publicó en Facebook que estaba buscando trabajo. Luego, por ese mismo medio, fue contactada por una persona que le proporcionó su número de celular. A continuación mantuvieron una conversación en la que pactaron un encuentro en la estación de servicios ubicada en avenida Ejército del Norte y Francisco de Aguirre, lugar desde donde el imputado llevaría a la mujer a incorporarse a un puesto de empleo.
A las 20:43 horas llegó el imputado y se encontró con la víctima, emprendiendo marcha en dirección hacia Tafí Viejo. Posteriormente, durante el trayecto la mujer le reclamó por los sitios donde transitaban, ante lo cual el denunciado le respondió que si no se callaba le iba a pegar un tiro porque tenía un arma de fuego. Minutos después el sujeto paró el rodado en una finca de limones ubicada en cercanías a la Diagonal, en el barrio de Los Pocitos. Y, esgrimiendo un arma de fuego con la que amenazaba con dispararle, obligó a la muchacha a practicarle sexo oral. Finalmente se apoderó de su teléfono celular y se retiró abandonando a la víctima.