04 Abril de 2023 09:24
Celeste Rodríguez tenía 30 años y comienzos de febrero había sido detenida por asesinar a su mamá, María Rosa Ravetti, con una almohada. La mujer de 59 años se encontraba postrada desde hacía dos años por algunos problemas de salud, yacía en una cama y su hija aprovechó esta circunstancia para asfixiarla en la casa que ambas compartían en localidad de Capilla del Monte, en el valle de Punilla.
Madre e hija mantenían una relación muy conflictiva hasta el punto de protagonizar fuertes y muy frecuentes discusiones a diario. De hecho, durante la noche del 1° de febrero la propia Celeste llamó a la comisaria local y avisó que había ocurrido un crimen tras “una discusión familiar”. Rápidamente, los agentes llegaron al domicilio ubicado en la calle Richieri y calle 3, y se habían topado con la joven de 30 años.
La mujer estaba en completo estado de shock, sujetando una almohada y confesó de inmediato haber asesinado a su madre. Dijo que la había "asfixiado tras una discusión". Al ingresar al domicilio, los efectivos encontraron el cuerpo sin vida de María Rosa, recostado sobre la cama. La hija de la víctima quedó detenida en el acto y se dio intervención a la fiscal de instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien la imputó por homicidio calificado por el vínculo.
Sin embargo, en las últimas horas se dio a conocer que Celeste se quitó la vida en la cárcel de Bouwer, Córdoba, donde esperaba bajo la modalidad de prisión preventiva el resultado de diversas pericias. Fuentes del caso informaron que Rodríguez, que permanecía en una celda desde hace dos meses perdió la vida por "autodeterminación". Se encontraba bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico en el Complejo Carcelario 1 Reverendo Francisco Lucchese.
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La fiscal de la causa, Paula Kelm, solicitó una serie de procedimientos para establecer con claridad cuál fue el motivo de la muerte. "Se estaba concluyendo la pericia psicológica y psiquiátrica por parte de un equipo especializado para determinar si pudo comprender sus actos y dirigir sus acciones al momento del homicidio", aseguró la misma fuente. Cabe resaltar que el delito que se le imputaba a Celeste preveía la pena de prisión perpetua.La madre de la mujer estaba postrada en una cama desde hacía dos años y, según los investigadores, había "permanentes discusiones” entre ambas. “Ellas vivían solas en una humilde casa. La madre estaba postrada y no sabemos todavía por qué. Hubo una discusión, tampoco sabemos por qué. La habría asfixiado con una almohada. Ella misma avisó a la Policía local”, sostuvo una de las fuentes con acceso a la causa.
Antes de llegar a la cárcel de Bouwer Celeste Rodríguez había sido trasladada al Establecimiento Penitenciario (EP 9) de Córdoba y había sido sometida por orden de la fiscal a peritajes psiquiátricos para determinar si comprendió la criminalidad de sus actos y verificar si es o no imputable de cara al proceso penal que se viene. Cabe destacar que tras el homicidio, se descubrieron algunos perturbadores mensajes de la imputada en las redes sociales, todos ellos dirigidos a su madre.
Por ejemplo, en su cuenta de Facebook había publicado: "Estoy tan cansada, física y mentalmente. No poder vivir normal, ocuparme de mis hijas, de mi vieja que está remil enferma porque es peor que una nena de dos años. La gente promete ayudarme con mi mamá y sin embargo sigo sola. Me va a dar un ACV, intento ser fuerte por mis hijas pero no doy más. (...) Si esto es vivir, pues ya no quiero. Necesito un día de paz".
Y casi anticipando el trágico y dramático desenlace, Celeste remató en su cuenta de la red social: "Todos se lavan las manos y me dejan todo a mí. Estoy harta de promesas que no se cumplen. ¿Qué hago? ¿Dejo mi vida de lado de nuevo? ¿Por alguien quien no me cuido? Bueno, pedí mucho tiempo ayuda y nadie me ayudó, nadie respondió. Espero que mis hijas estén bien. ¡Dios, perdoname!"