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Justicia por Valentino

Negligencia, desidia y mala praxis: denuncian a los médicos del Hospital de Niños por la muerte de un bebé de 4 meses

Valentino nació con síndrome de Down y padecía una cardiopatía congénita.

13 Agosto de 2024 12:28
Valentino Cura

La vida de Natalia Cura cambió completamente el 20 de febrero, cuando su hijo Valentino -de apenas cuatro meses- falleció producto de la incapacidad, negligencia, desidia y desatención de los médicos que lo atendieron en el Hospital de Niños de San Miguel de Tucumán. "Mi hijo nació con una cardiopatía congénita y síndrome de Down, él estaba siendo atendido en maternidad por una cardióloga que lo medicaba y llevaba el control de su evolución. Ella me dijo que no hacía falta cirugía, que él con un tratamiento podía estar bien, porque la cardiopatía que tenía con el tiempo se cerraba, o sea mientras esté medicado iba a estar bien", explicó.

Valentino Cura

La mujer dialogó con BigBang y explicó que todo cambió cuando la cardióloga, que cursaba un avanzado embarazo, no pudo seguir atendiendo a Valen y de maternidad la derivaron al Hospital de Niños. "Ella estaba embarazada, tuvo que viajar a Buenos Aires, tuvo su bebé y se quedó allá. Y de maternidad me derivaron lamentablemente al Hospital de Niños. Cuando llegamos me atienden unas personas que se presentan como los cardiólogos, como los cirujanos cardiovasculares del hospital. La primera que me atiende fue Emilia Croigverg, que se presenta como cardióloga y le hace solamente una ecografía de corazón y un análisis de sangre", detalló.

Eran los últimos días de diciembre cuando a Natalia le informaron que esos estudios iban a ser entregados al equipo de cirujanos del nosocomio para que ellos determinaran si Valentino debía someterse a una cirugía o no, a pesar de que la primera cardióloga que lo atendió y el pediatra del menor habían descartado esa posibilidad: "Me llamó una tal Magdalena Reyes, y ella me explicó de que lo iban a intervenir a mi hijo porque tenían que corregir ese ducto que estaba abierto. Me dieron fecha para el 4 de marzo, me dijeron que tenía que hacerle todos los estudios prequirúrgicos... mi hijo estaba bajo peso, anémico y con problemas de los bronquios". 

De acuerdo con la mamá de Valentino, siempre se mostró en desacuerdo con la operación e, incluso, les pidió que su hijo fuera trasladado a Buenos Aires se debía someterse a una cirugía. "Me dijeron que no porque era todo un protocolo, porque tenían que venir de Buenos Aires para acá y era imposible, casi imposible. No estaba de acuerdo porque el pediatra de mi hijo, cuando le comento de que me lo querían operar, me dijo que era muy pronto para hablar de una cirugía y que la cardiopatía de mi hijo, eso con el tiempo, se iba a cerrar. Él tenía dos agujeritos en su corazón y esos se iban cerrando y mientras él estaba medicado iba a estar bien", aseguró.

La denuncia contra el Hospital de Niños de Tucumán

La operación de Valentino, inicialmente programada para el 4 de marzo, fue adelantada sin realizar los estudios prequirúrgicos necesarios, como electrocardiogramas y ecografías, que deberían haberse llevado a cabo el 14 y el 29 de febrero. A pesar de las preocupaciones de la madre sobre la falta de estos estudios, el médico le aseguró que todo estaría en orden y programó la cirugía para el martes 20 de febrero. "Me dicen ´mamá venga urgente al hospital porque se le adelanta la operación a su hijo´, y le pregunto el por qué y me dijo que se habían suspendido otras cirugías y que había que operar a mi hijo", relató.

El encargado de llevar adelante el procedimiento, según denunció Natalia, fue el médico Pablo Carrera, quien descartó hacerle los estudios prequirúrgico al bebé a pesar de que su mamá le advertía que estaba anémico y mal de los bronquios. "Mi hijo estaba mal, él se ahogaba mucho porque estaba tomado de los bronquios, lo revisa esta persona y le digo ´¿usted está seguro que está apto para la cirugía?´ y me dice ´sí, está perfecto´. Le hizo solamente un análisis de sangre, y yo sabía que algo estaba mal, pero me lo estaban diciendo los cirujanos, me lo estaba diciendo la cardióloga, me estaban diciendo todos que mi hijo necesitaba la cirugía y yo confié", manifestó.

Durante la operación, el equipo médico le informó a la familia que la cirugía había sido un éxito, y de forma llamativa le mencionaron que la capa del corazón de Valentino se había regenerado de forma inesperada, tal y como había adelantado la cardióloga y el pediatra del bebé que lo atendieron desde un principio. "En la entrevista, Reyes me dijo que mi hijo iba a salir en coma por 48 a 72 horas, intubado y saldrá con un marcapasos, con cables de marcapasos  y drenaje", recordó y, entre lágrimas, denunció que el bebé salió del quirófano despierto, llorando y sin intubar, a pesar de que les habían informado que estaría sedado e intubado por alrededor de tres días.

En ese momento apareció un tercer involucrado que se presentó ante Natalia como Rubén Toledo, jefe de cirugía. "Me dijo que había salido bien la cirugía, pero que se dieron con la sorpresa de que el ducto que ellos querían cerrar ya estaba cerrado. Mi hijo tenía que hacerse una ecografía de corazón, un electrocardiograma, no le hicieron nada, si lo hubieran hecho hubieran visto que realmente estaba cerrado y no hacía falta la operación. También este médico me dijo que tenía que controlarle la respiración, porque al tener síndrome de Down él no tenía la suficiente fuerza como para respirar por sí solo y que tenía que controlarlo", dijo.

Y siguió: "Eso me llamó la atención porque Valentino no estaba intubado como me dijeron. Mi hijo no estaba anestesiado, lloraba del dolor. Les pedí por favor que lo hagan dormir, que le den algo para el dolor. Me sacaron de terapia, me dijeron que vuelva a la tarde, que tenía que estar a las siete y media, porque si no estaba el horario, se me iba a pasar la hora y no iba a poder pasar. Llegué antes y cuando llego, veo corridas, veo que las personas que operaron a mi hijo entraron corriendo. Y yo en ese momento digo, por favor, que no sea mi hijo. Yo sentía un llanto. Y me llaman, me dicen ´venga mamá, que hace media hora estamos resucitando a su hijo y no reacciona´". 

En ese momento, Natalia se derrumbó y como pudo, ingresó en la habitación de terapia intensiva. "Entro, me largo arriba de mi hijo y seguían. Me decían que no había más nada para hacer. Mi hijo murió en mis brazos. Y apenas murió mi hijo, desaparecieron todos. Nadie me dijo qué había pasado, nadie. Me dejaron sola en terapia. Mi hijo se iba en sangre. Mi hijo, que estaba desnudo, se iba en sangre. Me lo agarré en los brazos. Estuve ahí sola con otros bebés que estaban ahí. Me mandaron a sacar con la policía. Lo único que atiné a hacer es sacar una manta de la cama que estaba él y lo envolví, y ahí me sacaron por el medio del pasillo", contó, angustiada. 

Hace casi seis meses que falleció el menor y nadie se hace cargo

Natalia describió cómo, al ver a su hijo después de la cirugía, lo encontró hipotérmico, desnudo y atado de pies y manos, sin recibir medicamentos para el dolor. Cuando pidió explicaciones, una enfermera le dijo que el bebé estaba "caprichoso" por estar atado y operado. Más tarde, la madre fue informada de que Valentino había sido intubado por una arritmia a las 5 de la tarde, pero no fue notificada en su momento. Poco después, el equipo médico intentó reanimar a Valen, pero tras 30 a 60 minutos de esfuerzos, el bebé falleció. "Me llevaron a la morgue y todas las mamás mirando lo que pasaba, gritando, llorando, porque fue terrible lo que pasó", advirtió.

La familia de Valentino, la propia Natalia y sus tíos, ya que el papá del menor los abandonó al enterarse que el bebé había nacido con síndrome de Down, denuncia contradicciones en los informes médicos y la falta de estudios prequirúrgicos, lo que consideran una grave negligencia médica. De hecho, la mamá del menor destacó que no existe un historial clínico adecuado debido a la falta de estudios previos, lo que calificó como una "inobservancia médica". La familia presentó una denuncia policial que ya se encuentra en manos del fiscal y fue caratulada como "homicidio culposo". "Ellos me quieren denunciar a mí y a mi hermano por difamación". describió.

Valentino tenía 4 meses, nació con síndrome de Down y padecía una cardiopatía congénita

Según le explicó Natalia a este portal, cuando fue a pedir respuestas al Hospital de Niños ya la estaba esperando la directora del nosocomio con un abogado. "Me dijo que si tenía preguntas que hacer, que vuelva al otro día con un abogado y que recién me darían la historia clínica. Yo hasta el momento no había acusado a ninguno. La explicación jamás la tuve. En esto, el ministro Luis Medina Ruiz me recibe, y me dijo que iba a investigar qué pasó con mi hijo, que iba a tomar medidas. Hace poco, menos de un mes, me volvió a recibir, le llevé las pruebas del perito de parte, donde señalan que hubo mala praxis y me pidió que deje de hacer marchas y salir en los medios", contó.

Y continuó: "Cuando mi hijo muere, yo le saco foto a él. Él no tenía ningún cable de marcapaso. Él no tenía drenaje, no tenía nada. Yo eso se lo entregué en las manos al Ministro y a él lo único que le importaba era que yo pare las marchas. Me decía que eso le hacían mal, me pidió que haga mi luto y que era un buen equipo el del hospital. Para empezar, no era un buen equipo porque eran todos residentes. Incluso le utilizaban el sello de jefe de cirugía a (Rubén) Toledo, que era el único médico con matrículas. Se hizo la primera junta médica en la cual participó como perito de parte Pablo Carrera, que pertenece al equipo que operó a mi hijo. Así que se pidió la nulidad". 

La familia de Valentino busca explicaciones.

Finalmente, Natalia contó que "adulteraron la historia clínica" de su hijo. "Pusieron que le hicieron todos los estudios. Yo tengo todos los pedidos prequirúrgicos, los tengo en mis manos. Se contradicen en la historia clínica y en la junta médica. En la historia clínica dicen que tenía el cable de marcapaso y en la junta médica dicen que no hacía falta que tenga los cables. Yo lo tengo grabado a Rubén Toledo cuando él me dice que mi hijo salía con los cables de marcapaso. Desde el hospital, cuando yo hago las marchas, estos personajes que yo los demando salen a reírse de mi en la cara y a filmarme, porque eso es lo que hacen. Como sabiendo que van a quedar impunes", cerró.