06 Marzo de 2023 17:58
En la madrugada del último sábado la pareja de Rosa Casandra y Cristian Cruz atravesó lo que iba a ser el mejor momento de sus vidas, en una terrible y lamentable situación. Alrededor de las cuatro de la mañana se levantaron ya que la mujer tenía contracciones, pero al ser ignorada en el centro médico “Balsa”, parió en las calles de Cipolletti.
En el momento en el que Casandra comenzó con las contracciones similares al trabajo de parto, levantó a su pareja y le pidió que fueran al hospital. Frente a la falta de vehículo, ambos tomaron la decisión de caminar quince cuadras hasta llegar a dicho centro de salud. Sin embargo, esta elección les podría haber costado la vida.
Al llegar al hospital, la enfermera que los atendió en la guardia, les afirmó que la mujer “no estaba preparada para realizar el parto” y que era una “falsa alarma”. Por este motivo, la “profesional” les brindó una inyección para que se tranquilizaran, y los envió nuevamente a su hogar.
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“Había un enfermero y una enfermera. Ella le dijo que no estaba para ser atendida, que todavía le faltaba y le colocó una inyección para calmar las contracciones. Después la mandó para su casa”, le reveló la tía del hombre a TN. No obstante, la pariente contó que si bien su sobrino le explicó a la enfermera que Casandra tenía la “panza para abajo”, la postura de la mujer no se modificó.A pedido de los enfermeros la pareja se retiró del lugar, pero al hacer cuatro cuadras, la mujer comenzó a sentir dolores de parto y a desvanecerse: “A tres o cuatro cuadras de la salita rompió bolsa y aguantó caminando varias cuadras más. Querían llegar a la casa, pero les faltaban como tres cuadras. Hicieron una más y ella se desvaneció, se le aflojaron las piernas”, desarrolló la tía del joven.
“El bebé estaba resbalando y no pudo agarrarlo justo a tiempo. Llegó a tocar la tierra porque con el líquido que había estaba muy resbaladizo”, explicó la mujer que llegó para ayudarlos a los minutos de que ocurriera el parto “callejero”. Además, la mujer agregó que lo único que le repetía Casandra cuando la vio era el miedo que tenía: “Me decía mi bebé se muere, tengo miedo”.
Por esas razones casi inexplicables, ya que la mujer constató que la calle se encontraba vacía debido a la hora que era, un joven que pasó con su camioneta se acercó al lugar creyendo que había ocurrido un accidente e intentó ayudar como pudo.