05 Septiembre de 2019 18:55
Un femicidio antes de que esa palabra lograra ingresar al código penal argentino, el de María Soledad Morales, se volvió icónico el 8 de septiembre de 1990: no sólo horrorizó al país por su crueldad, sino que también fue el primer paso para terminar con un feudo provincial, el que la familia Saadi ejercía sobre Catamarca. Pero, ¿dónde están hoy sus principales protagonistas?
Los padres
Elías Morales, padre de María Soledad, murió el 1° de agosto de 2016 en el hospital de San Fernando del Valle de Catamarca luego de sufrir un ACV y permanecer internado durante algunos días. Tenía 71 años.Martha Pelloni, la monja que auxilió a los Morales en su búsqueda de justicia, lo recordó como "un hombre que luchó incansablemente", en declaraciones radiales luego de su funeral. "Era de poco hablar, pero reclamó y luchó mucho. Su forma de ser manifestaba que toda la procesión iba por dentro. Era un hombre afectuoso".
La madre de la joven asesinada, Ada Rizzardo, tiene 71 años y vive en el barrio Santa Rosa del departamento de Valle Viejo. "Es como si todo hubiera sido ayer. Ella se despidió, el papá la llevaba, y ella estaba contenta, feliz, alegre. 'Mañana nos vemos, ma'", recordó en diálogo con Clarín en marzo sobre la última vez que vio a su hija.
"Me dio un beso y se fue. Yo me quedé con esa imagen de felicidad y alegría de que iba a compartir esa noche con sus compañeros. Pero que por el egoísmo de los hombres le arrancaron su vida", agregó
La monja justiciera
Rectora del colegio al que asistía María Soledad, la religiosa Martha Pelloni fundó en el 2008 la Red Infancia Robada con el objetivo de articular acciones, sensibilizar, capacitar y asistir víctimas de tráfico y trata de personas, abuso infantil, explotación sexual infantil y adicciones.
A principios del 2019 abandonó Corrientes luego de 28 años trabajando para la diócesis de esa provincia y se trasladó a Buenos Aires. Recientemente, fue noticia al calificar a la agrupación política La Cámpora como "el brazo del narcotráfico en la política de Cristina Kirchner".
Los condenados
En septiembre de 1998, Luis Tula -novio de Maria Soledad y acusado de entregarla a Guillermo Luque- fue condenado a 9 años de prisión como partícipe secundario de la violación de la joven. Tras las rejas, estudió Derecho.
Luego de ser liberado en el 2006, se graduó en la Universidad de La Rioja y comenzó a ejercer como abogado. En junio del 2019 fue denunciado por violencia de género por su segunda ex esposa, quien señaló que la había amenazado con un arma blanca.
Guillermo Luque, hijo del ex diputado Ángel Luque y sindicado como autor material del asesinato de María Soledad, fue condenado a 21 años de prisión en febrero de 1998. Luego de 14 años preso, la jueza Alicia Cabanillas le otorgó la libertad condicional por buen comportamiento.
Una vez libre, fue a vivir junto a su padre a su residencia de Valle Viejo hasta la muerte del ex diputado. Separado de su esposa Florencia Alustiza, nunca terminó sus estudios universitarios en Derecho, y actualmente está de nuevo en pareja y se dedica a administrar algunas propiedades familiares.