Vera está a 426 kilómetros de Rosario, capital de la provincia de Santa Fe. Es en ese lugar donde sucedió uno de los intentos de femicidios más aberrantes en lo que va del año: un hombre de 44 años, identificado como Daniel Fabián Pintos, hirió con intención de matar a su pareja de 25 años Lucila Celayes. Como el agresor creyó que su víctima estaba muerta, arrojó su cuerpo casi inerte en una zanja cubierta de agua: pero la joven solo estaba inconsciente. Acto seguido, el hombre que trabajaba como camionero, montó su moto de 150 c.c. e intentó estrellarse con un camión, pero no tuvo éxito.
Según confirmaron fuentes oficiales, el femicida siguió manejando a toda velocidad por la ruta provincial 36S y siete kilómetros antes de ingresar a la ruta nacional 11, embistió un auto Chevrolet Corsa. El choque fue tan violento que quedó convaleciente y murió minutos después en el hospital Central de Reconquista. La muerte fue confirmada alrededor de las 9 de la mañana.
En cuanto a Lucila que fue encontrada a la medianoche por dos policías: todavía respiraba. Ahora ella está internada en el mismo hospital en el que su pareja murió. Ella compartía la tenencia de sus dos hijos con Pintos, que la dejó tirada en una zanja creyéndola muerta. Su estado es reservado y no es muy favorable según informaron fuentes oficiales que lograron precisar también que tenía graves heridas en su cabeza.
Los detalles del caso son escabrosos: hasta el momento no se tiene precisión de por qué empezó la discusión. La que pudo dar algunas puntas sobre el tema fue la hermana de la víctima que hizo la denuncia a la comisaría cercana porque había escuchado una discusión que subía de tono y le había parecido peligroso.
Es allí cuando la policía llega al lugar de los hechos, pero la desgracia ya había ocurrido: se llevaron la sorpresa de que no estaba ninguno de los dos, esto alertó muchísimo a su hermana que conoció la peor de las noticias horas después.
En cuanto a Pintos tuvo una conducta demencial, y esto se comprobó tras escuchar a su primo: contó que el femicida pasó rápidamente por su casa, bastante exaltado totalmente ensangrentado. Luego de ver la escena de película de terror, Pintos exclamó: “¡Maté a Lucila!” y se fue tan raudamente como llegó. Un camionero llamó a la policía para advertir que alguien en moto había intentado chocar contra su camión pero no había tenido éxito. Quienes manejaban el Chevrolet, advirtieron que Pintos chocó de frente, es por eso que los investigadores intuyen que podría tratarse de un suicidio.
La causa está a cargo del fiscal Valentín Hereñú, del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que estableció que el de Lucila Celayes es otro caso que se suma a la triste lista de mujeres afectadas por la violencia machista.
Hereñú precisó algunos detalles sobre el caso: “No se está claro con qué elemento contundente el homicida atacó a la mujer. Sí está comprobado que Pintos salió en su moto camino a Romang e impactó contra un automóvil, lo que produjo su deceso más tarde en el Hospital Central de Reconquista”.
El fiscal de la causa, que constató cómo fueron los hechos dijo una frase que quedará marcada a fuego: “Por el momento y de acuerdo al estado de la persona objeto del demencial ataque, el caso está caratulado como tentativa de femicidio”. La ciudad de Vera quedó totalmente conmocionada por el hecho y ahora se espera el minuto a minuto del estado de salud de Lucila.