No hay ADN. Esta semana se conoció el resultado de una de las pericias claves en la investigación por el homicidio de Sheila Ayala, la nena de diez años que murió estrangulada en San Miguel: el análisis de los restos subungueales (material debajo de las uñas de la nena) descartó la presencia de material genético de Leonela, tía de la víctima e imputada por el crimen junto a su marido, Fabián González Rojas.
Sheila Ayala murió estrangulada. Tenía diez años. Sus dos tíos fueron imputados por el crimen.
El hisopado a las diez uñas de las manos de la nena constituyó una de las pericias más importantes de la causa. “Si encontramos el perfil genético del tío, de la tía o de ambos debajo de esas uñas serán pruebas contundentes”, anticipaba hace un mes uno de los investigadores. El resultado, al menos en el caso de Leonela, fue negativo. “Es una prueba más que la aleja de la escena del crimen”, refuerza Hugo Icazati, abogado de la imputada, en diálogo con BigBang.
La mamá de Sheila a un mes del crimen y su reclamo por la liberación de la tía: “¿Cómo puede ser?”
En efecto, la mujer de 25 años fue liberada en la madrugada del domingo 18. Aunque todavía sigue imputada bajo la carátula de "homicidio agravado por alevosía", el fiscal de la causa, Gustavo Carracedo, no renovó el pedido de prisión preventiva de Leonela al cumplirse el plazo máximo de detención. Distinta fue la situación de su marido, quien permanece detenido en un penal de San Martín.
Fabián González Rojas y Leonela Ayala: los dos imputados por el homicidio.
La liberación fue un baldazo de agua fría para Yanina Pereyra, mamá de Sheila. “¡¿Cómo puede ser?!”, le preguntó indignada a uno de sus abogados, Martín Francolino Anchorena, quien la llamó horas después de la liberación para explicarle las causas. “Es muy difícil explicar la decisión del fiscal, en especial a alguien que no sabe de derecho. Lo que es importante resaltar es que no dictó la falta de mérito, sigue imputada. Fue una cuestión de tiempos procesales”, explica Francolino a BigBang.
Palabra por palabra: cómo fue el día en el que asesinaron a Sheila, según la tía imputada
Desde que abandonó la Alcaidía Departamental III de La Plata, Leonela no regresó al barrio. No tuvo contacto con su familia, ni pudo volver a ver a sus cuatro hijos, todos a cargo de la Coordinación de Primera Infancia, Niñez y Familia. Tampoco volvió a dirigirle la palabra a su marido, a quien señaló como posible autor del homicidio en la ampliación de su declaración. Debió abandonar la cárcel con custodia por las amenazas de muerte que asegura haber recibido luego de su detención.
La mamá de Sheila cree que sus ex cuñados son los homicidas.
Abocada a “probar su inocencia”, por estas horas la mujer de 25 años se sometió a la pericia psicológica. En la misma, su defensa busca ratificar el contexto de violencia intrafamiliar al que asegura haber sido sometida por su ex marido. Mientras tanto, los abogados de la mamá de Sheila trabajan contrarreloj para apelar la resolución y que la imputada vuelva a ser detenida.
“Entendemos que puede haber un riesgo de fuga y queremos evitarlo”, sostienen los abogados de Yanina, quienes además insisten en la fragilidad de las pruebas que alejan a Leonela de la escena del crimen durante la franja horaria en la que fue asesinada su sobrina. Uno de ellos, tal vez el más cuestionado, fue el registro de la tarjeta Sube que certifica que con la misma se realizaron aquel domingo cuatro viajes: uno a las 11.25 y otro a las doce. Después, regresó tomándose otros dos a las 17.15 y 18.
"¡Perdí cinco hijos!": la reacción de la tía de Sheila al salir de la cárcel y dónde vivirá ahora
Aunque la tarjeta está a su nombre, “cualquiera puede haberla usado. No indica que haya sido ella”; advierte Francolino. Sin embargo, hay un testimonio de una vecina del barrio Trujui que refuerza la coartada de Leonela. “La vi esa mañana tomarse el colectivo con sus chicos”, aseguró la mujer en su declaración. ¿Hacia dónde se dirigía la imputada? Según su testimonio, fue a pasar el día a la casa de su hermano Martín, ubicada en Santa Brígida, luego de la fuerte discusión que mantuvo la noche anterior al crimen con su marido.
“No sólo se tiene que investigar en dónde estaba al momento del crimen, sino todo lo que realizó después. Si se demuestra que colaboró para ocultar o descartar el cuerpo estamos hablando de un delito también, más allá del vínculo que mantenía con el otro imputado”, insisten desde la defensa de la mamá de Sheila.
Las contradicciones del tío de Sheila y el chat con su mujer horas después del crimen: “¡Matate!”
Fueron cuatro largos días de búsqueda y hay muchos agujeros en la declaración de la tía, quien por ese entonces estaba embarazada de ocho meses y participaba de un intensivo raid mediático en el que responsabilizaba a la familia materna de la nena por la desaparición. ¿Qué hizo Leonela durante esas 96 horas? ¿Cómo es posible que no haya visto el cuerpo de su sobrina? ¿Ayudó a su marido a descartar el cadáver en la medianera ubicada a pocos metros del departamento en el que vivían? Estas son tan sólo algunas de las preguntas que siguen abiertas.