El pasado domingo, el estacionamiento del Shopping de Devoto se convirtió en el escenario de un dramático episodio: la Policía de la Ciudad recibió una alerta por una menor que se encontraba en un auto encerrada sin sus adultos responsables cerca. Si bien ocurrió el fin de semana, el video del rescate fue dado a conocer y se viralizó en redes sociales en las últimas horas. Según el llamado que ingresó a la Comisaría Vecinal 11B, la nena de 4 años se encontraba "desmayada" dentro del vehículo. Al llegar al lugar, los oficiales intentaron que la menor reaccionara moviendo el auto, pero a pesar de los movimientos bruscos, no lograron su objetivo.
Con una nula respuesta por parte de la nena, la Policía decidió romper una de las ventanillas, al mismo tiempo que intentó forzar la puerta. Una vez que lograron sacarla, y ya en brazos de un policía, la niña despertó y fue inmediatamente asistida por SAME. Tras ser evaluada en el Hospital Zubizarreta, la menor regresó a la custodia de sus padres con la aprobación del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes. Los responsables de haber dejado a la nena en el vehículo fueron imputados por abandono de persona. Sin embargo, no es una causa por la cual una persona termine en la cárcel, aunque deberán cumplir con ciertos requisitos en cuanto a la vida de su hija.
De acuerdo con fuentes cercanas al caso, los padres de la menor justificaron que la secuencia duró "pocos minutos", ya que el papá habría dejado a la niña solo un momento para ir a buscar a la madre, empleada del centro comercial. Para las autoridades, en cambio, transcurrió más tiempo. Las imágenes del rescate recorrieron las redes sociales, junto a la indignación de los usuarios. Diego Monzón, inspector de la Policía porteña, dialogó con los medios: "Estaba acostada, pero no podíamos despertarla. Intentamos los dos, pero no podíamos hacer que reaccionara. Desde que nos avisaron hasta que rompimos el vidrio habrán pasado cinco minutos".
Luego, sobre los padres de la menor confesó: "Nos dijeron que se habían ido unos minutos y nos preguntaron cómo estaba su hija. La nena, cuando reaccionó, no entendía nada. Luego empezó a llorar. Cuando ellos llegaron se notaba su desesperación y pidieron disculpas".