¿Un padre desesperado?
05 Febrero de 2025 09:33
El video de un hombre golpeando a su hija en la calle sacudió a la localidad bonaerense de Saladillo y despertó una ola de indignación en redes sociales. Las imágenes son impactantes: un padre fuera de sí, una adolescente en el suelo y un grupo de testigos que increpan al hombre mientras le propina patadas a la menor. Pero detrás de esos segundos de violencia, hay una historia de impotencia, miedo y un hombre que sintió que se le escapaba de las manos lo más importante de su vida: la seguridad de su hija.
O al menos, así lo explicó Sergio "Cui" Martínez, el padre de Olivia, en diálogo con Telenoche. Si bien no intentó justificar su accionar, el protagonista del vinolento video que recorrió las redes pidió ser escuchado. "Prefiero pegarle una piña antes de que se mate", se lo oye decir en el video con una mezcla de rabia y desesperación. Lejos de ser un caso de abuso sistemático, según su testimonio, su reacción fue un instante de descontrol nacido del miedo a perderla para siempre.
Martínez, entre lágrimas, reconoció que su conducta fue "demasiado lejos" y que no supo contener la bronca cuando vio a su hija sin casco, poniendo en riesgo su vida. "Fue un error haberle comprado la moto, se nos escapó de las manos el control de Olivia. Se descontroló y nos planteaba un montón de problemas", explicó. Según relató, él y su esposa le regalaron el vehículo en su fiesta de 15 años, sin imaginarse que se convertiría en un factor de riesgo.
El caso de Olivia reaviva un problema recurrente en Argentina: la falta de conciencia sobre la seguridad vial en los jóvenes. En Saladillo y muchas otras localidades, las motos se convirtieron en protagonistas de accidentes fatales. "Los pibes van sin casco, no respetan las normas, y después los padres somos los que terminamos llorando en un velorio", lamentó Martínez. En su mente, la imagen de su hija en un accidente era un fantasma que no lo dejaba dormir.
Pero su forma de intentar evitarlo se convirtió en un escándalo público. El hecho ocurrió en la intersección de las calles Belgrano y Almafuerte, cuando Sergio descubrió a su hija circulando con un acompañante, sin ninguna protección. En un acto desesperado, interceptó la moto y, cegado por la ira y el miedo, la golpeó delante de todos. "No fue mi intención, pero no pude controlar la impotencia", confesó. Ahora enfrenta una denuncia y una orden de restricción que le impide acercarse a su hija por siete días.
El caso abrió un debate difícil: ¿cuándo la disciplina cruza la línea de la violencia? Para Martínez, su reacción fue la de un padre desesperado que eligió mal su forma de actuar. "A mis hijos nunca les pegué. Pero en ese momento me cegó la bronca. Tuve un hijo mayor que tuvo un problema con la moto, y el miedo de que pasara lo mismo con Olivia me pudo", reveló. Mientras la polémica sigue creciendo, Sergio Martínez solo desea poder reencontrarse con su hija.
Su deseo, confió, es explicarle que todo lo que hizo, aunque erróneo, fue por amor. "La moto la vamos a vender", aseguró. "Ojalá que los padres tomen conciencia con el tema de las motos, porque está todo muy complicado". El video lo mostró como un agresor; él dice ser un padre que intentó salvar a su hija de una tragedia. . "No pude hablar con mi hija, pero sigo hablando continuamente con su madre para preguntarle cómo está", concluyó.
