13 Febrero de 2023 12:50
En la madrugada del domingo, y mientras trabajaba como guardia de seguridad en la puerta de un cantobar, Rodrigo Medini recibió 32 tiros por parte de un grupo de sicarios que pasó por el lugar en un auto y disparó sin piedad. Además, se constató que hubo otra víctima fatal que fue identificada como Adrián Jones, quien había ido al bar a pasar el tiempo con algunos amigos.
El hecho ocurrió en la avenida Juan Bautista Justo al 8400, barrio Fisherton de Rosario, en un cantobar, donde Medini , un agente de la policía, se encontraban haciendo horas extras. Si bien hasta el momento se desconoce el paradero y el vehículo en el que circularon los atacantes, se determinó que el arma que utilizaron los asesinos fue una ametralladora debido a la cantidad de balas empleadas para el crimen.
La investigación en curso tiene como primera intención encontrar a los prófugos: se sospecha que el dueño del lugar había recibido amenazas e intimidaciones por parte de una banda narco con el fin de que le permitieran vender estupefacientes dentro de su local. Situación a la que se habría negado, lo cual enfureció a los asesinos y los llevó a cometer este delito.
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Además de las víctimas fatales, hay dos heridos por el episodio. Por un lado el titular del local, quien fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, en donde continúa siendo atendido tras recibir un disparo en el hombro derecho. Por su parte, un cliente de 28 años fue llevado al mismo lugar por heridas en el flanco izquierdo y en las piernas, las cuales lo obligaron a ser intervenido quirúrgicamente.
El hecho ya era impactante de por sí. Pero tras el asesinato de Medini se conoció una publicación que el policía había realizado en su cuenta de Facebook el pasado 20 de julio del 2022, en la cual pedía “que alguien nos cuide. No quiero morir en vano”.
En el texto, Medini comenzó diciendo: “Hoy me levanté pensando que no tengo muchas ganas de salir a laburar. El día que egresé, nos dijeron 'bienvenidos a la Policía y nosotros como tontos aplaudimos sin entender que era sarcástico. Me egresé pensando que jamás me iba a convertir en ese vigi del que todos hablan, que iba a respetar mi uniforme que con tanto esfuerzo me gané. Hoy no sé si vale la pena dejar a mi familia por un sueldo que hoy en día es de 'pobre', no se si dejarla por ir a cuidar a gente que me desea la muerte solo por las malas noticias de otro uniformado. Que no se si quiero que me peguen un tiro o me choquen y mi muerte valga menos que la de un delincuente”.