Dani Alves, que venía de disputar su último Mundial en Qatar con la Selección de Brasil, fue condenado a cuatro años y medio de prisión por haber violado a una mujer en los baños de una discoteca de Barcelona el 30 de diciembre del 2022. "Quedó acreditado que la víctima no consintió y que existen elementos de prueba, además del testimonio de la denunciante, para entender probada la violación", sentenció el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJCat).
El ex compañero de Lionel Messi en el club Barcelona, ganador de la Champions League y el Mundial de Clubes, había sido acusado de atacar a una mujer en un boliche el pasado 30 de diciembre de 2022. Aquel viernes, el lateral derecho de Brasil había concurrido a la discoteca Sutton de Barcelona y allí abordó a una joven que se encontraba junto a algunas amigas y su prima disfrutando de la noche española.
De acuerdo con el relato de la víctima, el ex jugador de Pumas de la UNAM de México, de 40 años, la llevó hasta un baño, le introdujo a la fuerza "la mano por dentro de la ropa interior". Angustiada y asustada, rápidamente se alejó del futbolista, les avisó a sus amigas lo que había ocurrido y ellas, a su vez, alertaron a los responsables de seguridad del local. En ese momento se activó el protocolo del ayuntamiento contra las agresiones y los acosos sexuales en espacios de ocio nocturno privado.
La víctima, y sus amigas, fueron trasladada hasta un espacio seguro para que no tuviera más contacto con el lateral. Además, los responsables del local alertaron a la Policía catalana, pero cuando los agentes llegaron al establecimiento Dani Alves ya se había retirado por sus propios medios. El futbolista recién fue a declarar el viernes 20 de enero del 2023 y salió arrestado en un coche policial unos minutos después de las 10 horas de Barcelona. Desde entonces, lleva 13 meses detenido.
Vale aclarar que la denuncia contra Dani Alves se produjo dos días después de la fecha en la que ocurrió la agresión sexual. Si bien desde un primer momento, el jugador negó los hechos y señaló: "Estuve ahí, en ese sitio, con más gente disfrutando. Sin invadir el espacio de los demás. No se quién es esa señorita"; el tribunal de la Sección 21ª de la Audiencia de Barcelona remarcó en su sentencia que se considera probado que "el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir".
De esta manera, los magistrados entendieron que "con ello se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia, y con acceso carnal". "Para la existencia de agresión sexual no es preciso que se produzcan lesiones físicas, ni que conste una heroica oposición de la víctima a mantener relaciones sexuales. En el presente caso nos encontramos además con unas lesiones en la víctima que hacen más que evidente la existencia de violencia para forzar su voluntad, con el subsiguiente acceso carnal que no viene negado por el acusado", detalló la resolución dada en la audiencia de este jueves.
Además de la pena de 4 años y medio de prisión, el tribunal le impuso 5 años adicionales de libertad vigilada, orden de alejamiento de la víctima por 9 años y medio y el pago de una indemnización de 150.000 euros (unos 160.000 dólares). Recordemos que a Fiscalía pedía para Alves una pena de nueve años, mientras que la defensa del futbolista había solicitado su absolución y, en caso de condena, su letrada había evocado el consumo de alcohol como una de las posibles atenuantes.
Durante el juicio oral realizado entre el 5 y el 7 de febrero, se estableció que los hechos ocurrieron en una zona reservada del boliche. La Fiscal, Elisabet Jiménez, consideró durante el juicio que la mujer presentó un "relato absolutamente creíble" desde el inicio de la investigación. Además, aseguró que Alves usó la "violencia" para forzar a la joven, que "hizo lo que pudo" para zafarse. Hay que destacar que la denunciante, que todavía sigue en tratamiento psicológico, declaró a puerta cerrada.
Esto debido a que se encuentra protegida por medidas para preservar su anonimato en un juicio de gran expectativa mediática, También lo hicieron sus dos acompañantes aquella noche, que apuntalaron su versión al describir el estado de nervios en el que encontraron a la joven, quien según su amiga salió del baño "llorando desconsolada" y les contó que Alves le había hecho "mucho daño".
El futbolista, que tomó la palabra el último día y sólo respondió a las preguntas de su abogada, negó sin embargo que hubiera ejercido cualquier tipo de violencia y reiteró que las relaciones habían sido consentidas. "Podía salir en cualquier momento, no estaba obligada a estar allí", aseguró Alves sobre la joven, durante una declaración en la que aseguró que no es "un hombre violento".
Alves jugó además en Bahía y San Pablo (Brasil), Sevilla (España), Juventus (Italia) y París Saint Germain (Francia) y ganó con el seleccionado brasileño la medalla olímpica en Tokio 2020, además de dos Copa América y dos Copa Confederaciones. Antes del hecho, venía de disputar el Mundial de Qatar e incluso, semanas antes había confirmado que se había tratado de su último mundial. "Hay algunas medallas que no llevas en el pecho, sino en el alma, y esta es una. Este es nuestro último viaje aquí, y puedo decirte que no cambiaría nada", había destacado el internacional brasileño en su mensaje Tite, el ex técnico de la selección brasileña.