Sigue el juicio por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado en noviembre del 2021 por tres efectivos de civil de la Policía porteña en el barrio de Barracas. Dos efectivos de la Policía Federal que llevaron adelante las pericias de la investigación declararon en la cuarta jornada del debate oral y complicaron la situación de los catorce policías imputados, acusados no sólo del asesinato, sino también del encubrimiento del crimen.
Uno de los testimonios más fuertes del juicio fue el de Gustavo Gauna, comisario inspector de la Policía Federal y jefe de la sección homicidios al momento del asesinato de Lucas. "El 20 de noviembre del 2021 fui convocado por el hecho. Cuando nos llegó la causa, había que materializar tres detenciones del personal. Se llevaron adelante los allanamientos y las detenciones correspondientes. También se secuestraron sus teléfonos celulares. El 22 se materializó otra orden de allanamiento en la Comuna 4 en busca de las hojas de servicio sobre la actividad que desarrollaban las personas detenidas y todo el servicio policial", arrancó.
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Gauna, quien desde noviembre del 2022 asumió como jefe del Departamento de Trata de la PFA, reconoció que al momento de llevar adelante las detenciones ya conocía a tres de los efectivos imputados: Rodolfo Ozán, Fabián Alberto Dusantos y Juan Horacio Romero. "Conocía a algunos de los imputados, pero a ellos los conocía en particular desde antes del hecho", advirtió.
"Fue un hecho aberrante. La muerte de cualquier persona es aberrante, pero las circunsancias en las que murió la víctima fueron aberrantes y las conductas que llevaron a cabo los efectivos del móvil policial ese día dejan mucho que desear. En las pericias se determinó que las armas secuestradas de los policías se utilizaron en el hecho y que no tenían riesgo de vida para tener que utilizarlas", precisó, derrumbando así la defensa de los tres imputados, quienes sostuvieron en la primera jornada del juicio que se trató de un "enfrentamiento" y que actuaron en "defensa propia".
En su declaración, Gauna también resaltó que no se trató de un enfrentamiento y advirtió que las imágenes registradas de la camara de seguridad que registró los movimientos del vehículo policial. "No hubo un enfrentamiento. No se ve (en los videos) que haya habido un enfrentamiento. De hecho, la única cámara que avistaba la aproximación del vehículo policial es difusa. Los hechos están a la vista. Se hizo toda la investigación necesaria para que saber la verdad de lo que ocurrió, pero reitero que no hubo un enfrentamiento armado", reforzó.
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Por último, Gauna volvió a cuestionar el uso de arma de fuego por parte de los tres efectivos de civil imputados e insistió con que no corrieron en ningún momento riesgo de vida. "En mi expeciencia, si no hay riesgo de vida, no tengo por qué usar el arma. La situación en la que se desarrolló el acontecimiento no fue un enfrentamiento, fue la no detención de un vehículo particular".
Quien también declaró ante el Tribunal fue Gustavo Maciel, jefe de la Brigada Operativa de la División Homicidios de la Policía Federal. "Lo que nosotros hicimos fue tomar intervención después de varios días del hecho. La investigación ya estaba realizada, no la llevamos nosotros; sí nos ocupamos de la recolección de pruebas", aclaró al inicio de su testimonio.
En concreto, Maciel participó de la detención de los policías porteños y del secuestro de sus teléfonos celulares. "También secuestramos de la Comuna 4 unos libros y computadoras. Estuvimos después de dos días en el lugar del hecho e hicimos los relevamientos de las cámaras. Las vi porque yo era el que coordinaba la investigación. En las cámaras se ve la persecución desde el inicio, hasta (el cruce) de Luna e Iriarte. Se ve el vehículo de los damnificados y el auto de los policías".
"Justo la cámara donde ocurrió el episodio no funcionaba y estaba tapada. Osea que el momento del hecho no quedó grabado. En otra cámara ya se puede ver cómo corre uno de los damnificados", advirtió.
Justo la cámara donde ocurrió el episodio no funcionaba y estaba tapada"
Maciel también cuestionó el accionar de la brigada de civil y denunció que los imputados incumplieron por completo el protocolo: "Hablé de persecución porque se ve (en las imágenes) que el auto sigue al otro muy pegado. No es normal. Precisando el tiempo que llevó, se nota que es una persecución. Cada brigada de civil depende de un jefe y trabajan en las causas asignadas por los comisarios. No se ven sirenas en los videos. Nuestros autos tienen baliza y sirena".
En ese momento, Gregorio Dalbón -abogado de la familia de Lucas- lo interrumpió y le hizo una pregunta:
GD: "¿Se puede hacer una persecución sin sirena, ni valizas?". GM: "No se puede, dada la peligrosidad de las personas que están involucradas. Se tienen que identificar".Fue el incumplimiento del protocolo de seguridad precisamente el motivo por el cual el por entonces ministro de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, anunció dos días después del asesinato su apartamiento de la fuerza. Sin embargo, Maciel declaró que, al momento de su detención, todos se encontraban prestando servicio en la comisaría: "Estaban ahí cuando los fuimos a detener".
Uno por uno, quiénes son y de qué se los acusa a los catorce policías imputados
Gabriel Alejandro Issasi: 41 años, inspector de policía de la Ciudad, en el momento del hecho trabajaba en la Comuna 4. Tiene cinco hijos, de 21,18, 15, 13 y un año y un mes. Está casado y es el principal acusado de disparar con el arma homicida. Declaró que actuó en defensa propia y que “no cometió ningún delito”. Juan José Nieva: 37 años, oficial de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4. Tiene tres hijos, de 19,11 y 7. Declaró que actuó en defensa propia y que “no cometió ningún delito”. Fabián Andrés López: 48 años, oficial mayor de la policía de la Ciudad que hasta el 2017 se desempeñó en la policía Federal. Casado, tiene tres hijos de 28, 19 y 12 años. Declaró que actuó en defensa propia y que “no cometió ningún delito”.Héctor Claudio Cuevas: Principal de la Comuna 4, policía de la Ciudad. En pareja, cuatro hijos de 28, 25, 21 y 12 años. Se negó a declarar y reveló que está estudiando historia en el penal. Fabián Alberto Dusantos: 51 años, comisario de la Comisaría Vecinal 4D. Casado, tiene dos hijos de 24 y 20 años. Se negó a declarar. Daniel Alberto Santana: 53 años, comisario inspector de la policía de la Ciudad en la comuna 4. Casado, tiene dos hijos de 20 y 16 años. Se negó a declarar. Ramón Jesús Chocobar: 48 años. subcomisario de la Comuna 4D. Casado, con dos hijos de 26 y 19 años. Se negó a declarar. Tiene una causa en el Tribunal Oral Federal 3 por el delito de falsificación de documentos públicos. Dicha causa está a la espera de que comiencen las audiencias.
Sebastián Jorge Baidon: 28 años, oficial de la Comisaría Vecinal 4D. Soltero y sin hijos. Se negó a declarar. Jonathan Alexis Martínez: 34 años, oficial de la Comisaría Vecinal 4D. Soltero, con una hija que no porta su apellido. Se negó a declarar. Ángel Darío Arevalos: 34 años, oficial de la Comisaría Vecinal 4D. Soltero con una hija de 10 años. Se negó a declarar pero reveló que está estudiando derecho en el penal. Daniel Rubén Espinosa: 33 años, oficial de la Comisaría Vecinal 4D. Soltero y sin hijos. Se negó a declarar.
Rodolfo Ozán: 54 años, comisario de la Comuna Vecinal 4. Divorciado, una hija de 22 años. Se negó a declarar. Juan Horacio Romero: 51 años, comisario de la policía de la Ciudad. Jefe de la división brigada 4. Tiene una hija de 15 años, es abogado recibido y actualmente estudia comunicación en el penal. Declaró que no tuvo una “justa defensa ante el juicio” y reveló que el día del hecho llegó cuando Lucas ya no estaba. Roberto Orlando Inca: 47 años, subcomisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4. Cuatro hijos de 19, 18, 10 y 7 años. Declaró que debido a la cantidad de policías presentes en el momento del asesinato, él no pudo ni acercarse al cuerpo del menor.