02 Enero de 2025 08:50
En una noche ya marcada por las tragedias ocurridas en Nueva Orleans y Las Vegas, Nueva York se sumó a la lista de escenarios de violencia cuando al menos 11 personas resultaron heridas en un tiroteo masivo frente al club nocturno Amazura, en el barrio de Queens. El ataque ocurrió poco antes de las 11:20 p.m., interrumpiendo una fiesta privada en memoria de un pandillero local asesinado meses atrás. Según informó el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), los pistoleros dispararon indiscriminadamente contra una multitud de unas 80 personas que esperaban entrar al establecimiento.
Testigos relataron escenas de caos cuando "dos o tres hombres se acercaron caminando y comenzaron a disparar sin aviso". Tras disparar cerca de 30 veces, los atacantes huyeron a pie antes de subirse a un sedán claro con matrícula de otro estado. Entre las víctimas, seis mujeres y cuatro hombres fueron trasladados a hospitales cercanos, incluyendo el Hospital Judío de Long Island y el Centro Médico Infantil Cohen. Aunque ninguno se encuentra en estado crítico, el jefe de patrulla del NYPD, Philip Rivera, condenó el acto de violencia que podría haberse transformado en una masacre: "Hay tolerancia cero para estos tiroteos sin sentido".
El NYPD confirmó que la investigación está en curso y que no se realizaron arrestos hasta el momento. Aunque las autoridades descartaron un acto terrorista, el contexto del evento y su conexión con el homenaje al pandillero asesinado son aspectos clave en las pesquisas. Cabe resaltar que la noche del 1 de enero fue testigo de una ola de violencia que comenzó con el ataque terrorista en Nueva Orleans, donde Shamsud Din Jabbar, un ciudadano estadounidense inspirado por el grupo Estado Islámico, atropelló a una multitud, dejando 15 muertos y 35 heridos antes de ser abatido por la policía.
Horas después, en Las Vegas, una camioneta Tesla Cybertruck explotó frente al Trump Hotel, causando la muerte de una persona y lesiones a otras siete. El NYPD no confirmó hasta el momento que exista ninguna conexión directa entre el tiroteo en Queens y los otros dos incidentes, pero las autoridades están en alerta ante posibles actos de imitación o respuestas coordinadas. "Aunque no se trata de terrorismo, seguimos vigilantes", aseguró Rivera. La balacera frente al Amazura dejó una huella indeleble en quienes la presenciaron. "Estábamos celebrando la vida de alguien que ya no está, y ahora esto", lamentó un asistente que prefirió no identificarse.
Videos capturados por testigos muestran a la multitud dispersándose en pánico mientras los disparos resonaban en la calle 91-12 144th Place. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, condenó el ataque y reafirmó su compromiso de luchar contra la violencia armada: "Estas tragedias no pueden ser la norma en nuestras comunidades". Mientras tanto, residentes de Queens enfrentan una nueva realidad marcada por el miedo, el terror y la incertidumbre. En menos de 24 horas, tres tragedias en distintos puntos del país sacudieron a Estados Unidos, remarcando la persistente amenaza de la violencia en sus diversas formas. Nueva York, una ciudad acostumbrada a la resiliencia, vuelve a levantarse mientras las investigaciones continúan. Pero el eco de los disparos en Queens permanecerá grabado en la memoria de quienes vivieron esa fatídica noche.