Nicole (su nombre completo no se dará para protegerla) debería estar celebrando junto a sus familiares y amigos sus 17 años, pero durante la madrugada del miércoles vivió una secuencia propia de una película de terror durante una fiesta que se realizó en una casa ubicada en la calle Manuel Corvalan 2200, Lanús Este, provincia de Buenos Aires: allí, fue atacada y abusada sexualmente por un compañero, a quien conoce desde los tres años.
El ataque ocurrió cerca de las cinco de la mañana, cuando alrededor de 40 adolescentes celebraban el UPD (el Último Primer Día de la secundaria en el inicio del ciclo lectivo). Se trata de un nuevo ritual que los adolescentes llevan a cabo, en la mayoría de los casos, durante la noche previa al inicio de clases y van todos juntos al colegio en una suerte de caravana. En otras ocasiones, se encuentran unas horas antes del comienzo de clases.
En esta nueva tradición, por lo general, se promueve el consumo de alcohol y los alumnos luego van comenzar su rutina con una fiesta previa con bombos y bengalas. Pero el UPD tenía un condimento especial: Nicole cumplía ese mismo miércoles los 17 años y los iba a celebrar con sus amigos más cercanos del Instituto Cristo Rey de Lanús -ella se había cambiado de escuela hace dos años, pero aún mantiene sus viejas amistades- durante las horas previas al comienzo de clases.
El lugar elegido fue la casa de un ex compañero, ubicada en la calle Manuel Corvalan 2200. Los padres del adolescente habían prometido controlarlos en todo momento y evitar que haya excesos de todo tipo. De hecho, elaboraron una lista con los nombres de todos los alumnos de la mencionada institución educativa que iban a asistir al evento para evitar que personas ajenas al festejo ingresaran al domicilio.
Los "protocolos" eran tales que, si querías abandonar la fiesta, los tutores responsables y dueños de la casa solo te permitían retirarte del lugar acompañado de un adulto responsable y te "tachaban" del listado. La ceremonia arrancó a las doce de la noche y allí, los chicos bailaron, charlaron y se divirtieron hasta que ocurrió lo peor: Nicole se dirigió a uno de los baños de la casa y detrás suyo ingresó, a la fuerza, Valentín M., un joven de 17 años a quien conoce desde su niñez.
Según denunció, el alumno del Cristo Rey ingresó a la fuerza, la obligó a "practicarle sexo oral" y luego abusó sexualmente de ella. "Si querés pasar al baño, esperá que primero hago mis necesidades y cuando salgo, entrás vos", le dijo la víctima a su agresor, previo al ataque. Pero de acuerdo con la denuncia, el adolescente le respondió que "no", procedió a bajarse los pantalones, se quitó la ropa interior, la tomó con fuerza y la obligó a practicarle sexo oral.
La acusación hecha en la Comisaría 6ta Lanús, ubicada en Monte Chingolo, Provincia de Buenos Aires, ante el subcomisario Alfonso, sostiene que la joven se resistió al ataque e intentó huir, pero el joven la sujetó y le dijo: "Dejá de llorar que no te va a escuchar nadie acá". A pesar de los ruegos de Nicole, quien le pedía a su agresor que la dejara salir, Valentín la agarró con fuerza de los brazos, la colocó contra la puerta del baño, la desprendió de su ropa y la "penetró".
La víctima logró escabullirse, se topó con su mejor amigo y le contó lo sucedido. Ambos acudieron al grupo de amigas de la adolescente y luego, denunciaron el hecho ante los padres a cargo de la casa en dónde se realizó la fiesta. Los adultos, al tomar conocimiento de lo acontecido, llamaron al 911. La policía llamó a la mamá de Nicole a las 6:45 horas para avisarle que a su hija la habían "ultrajado" y rápidamente, la mujer de 47 años y de nombre Beatriz, viajó hasta ese lugar,
Cuando ella llegó, "los padres de este abusador ya se encontraban allí con intenciones de llevárselo para encubrirlo". La que habla es Tatiana, hermana de la víctima, quien le relató a este sitio el calvario que sufrió su hermana: "Cuando llegó, mi mamá, se topó con los dueños de la casa, los cuales habían apartado a tres pibes. Uno se les escapó y solo quedaron dos. Mi hermana dijo que vio a dos personas en el baño, pero señala a Valentín como su abusador".
De acuerdo con Tatiana, mientras Valentín atacaba a su hermana, uno de sus amigos y cómplice del ataque, "hacía de campana". "Los dueños de la casa llamaron a los padres de ambos (del agresor y la víctima) y los de este chico llegaron antes que mi mamá y se lo querían llevar, pero no se lo permitieron. Mi hermana no quería bajar del patrullero porque el padre de este chico es policía (es agente de la Federal) y siempre da la cara por este chico", contó la hermana de la víctima.
La denuncia se realizó en la Comisaría 6ta de Monte Chingolo y los familiares de Nicole resaltaron que escucharon a los padres del agresor intentar solucionar todo a cambio de dinero. "Intentaron pagar para que su hijo sea liberado y hasta trajeron como testigos a amigos de su familia. Su mismo padre siendo Policía Federal intenta encubrir lo sucedido. Llegamos a la comisaría a las 7.15 pero recién 13.30 le tomaron la denuncia y le hicieron las pericias a mi hermana ", contó Tatiana.
Y continuó: "A Nicole en cuerpo médico de departamental Lanús le hicieron las pericias y después la llevaron al hospital vecinal para darle el tratamiento AntirRetroviral (específicos para el tratamiento de infecciones por retrovirus como, por ejemplo, VIH), le hicieron un test de embarazo y le dieron la pastilla del ´día después´. En ese momento escuchamos a los padres de este pibe intentar arreglar con el comisario".
Según denunció, el progenitor del agresor intentó "sobornar" al comisario de la Comisaría 6ta de Monte Chingolo con 15 o 20 mil pesos para que lo liberen: "A mí hermana no solo le arruinaron su fiesta de UPD, su día de cumpleaños sino que le arruinaron la vida. Fue sometida a distintas pericias y pasó todo el día de un lado para otro hasta la dejaron sentada en el piso de la comisaría para que aguardará sin tener consideración por la situación que estaba afrontando".
En ese sentido, Tatiana resaltó que ya pasaron casi 24 horas del hecho y todavía las autoridades no activaron el protocolo presente para estos casos, que consiste en el apoyo psicológico de la víctima. "Desde la mañana que están prometiendo que van a bajar una psicóloga de la Comisaría de la Mujer y la esposa del comisario -no recuerdo qué cargo ocupa- para que ella pueda expresarse sin vergüenza. ¡Pero no hubo contención!", destacó.
Para la familia de la víctima, Nicole "fue expuesta a que muchas personas hablaran sin saber lo que había pasado realmente" por el mal manejo de las autoridades. "No solo fue sometida sexualmente sino que también fue humillada por esta familia y los que intentan encubrir lo sucedido", resaltó y denunció que la Comisaría 6ta de Monte Chingolo rechazó a los testigos presentados por la querella. "A mi hermana la sentaron en el piso de la calle en la puerta de la comisaría", denunció.
Y sumó: "La tuvimos que meter en el auto nosotros hasta que le tomaran la denuncia. Le tomaron declaración a mi hermana, a mi mamá, a este chico, a sus padres y a los amigos de esta basura. Pero unos compañeros de mi hermana que vieron lo que ocurrió fueron a la comisaría, pero la mamá de ellos nos contó que los padres del agresor estaban en el despacho y que no querían tomar declaraciones".
De acuerdo con Tatiana, este testigo sería clave en la causa, ya que había visto a su hermana salir del baño llorando, demacrada, totalmente despeinada y con la ropa corrida. "Cuando fuimos a reclamar que lo dejen testificar, estaba el padre del abusador calentando la pava y cebándole mate a los oficiales en al comisaría. Fueron muy soberbios y agrandados los policías. Uno de ellos la estaban descansando a mi mamá en medio del sufrimiento que estábamos viviendo", señaló.
La familia de Nicole acudió a este sitio para reclamar justicia, la misma justicia que las autoridades que están a cargo de cuidarnos parece no querer brindarles. "Sabemos que es menor y que lamentablemente la justicia de este país nunca resuelve nada, sabemos que va a salir pronto y seguirá impune caminando por la calle como si nada. Hoy es mi hermana la que pasa por esto, pero así como fue ella, podría haber sido cualquiera de las chicas presentes en la fiesta. Las pericias recién mañana las van a mandar a la fiscalía y no nos quisieron decir nada", concluyó la hermana de la víctima. El caso, caratulado como "abuso sexual", recayó en la Fiscalía N°6 de Lomas de Zamora a cargo del fiscal Mariano Bonilla.