25 Noviembre de 2024 14:02
Si de juegos que marcaron la infancia hablamos, el "ring raje" está en el top tres de entretenimiento de cada uno que pudo disfrutar de su niñez en el barrio, ya sea propio o de algún amigo. Sin embargo, un juego inocente de chicos desató una brutal reacción de un vecino de la ciudad de Rosario, cuando un nene de 11 años tocó su timbre y escapó: el hecho ocurrió en el barrio La Bajada, conocido por ser donde pasó su infancia Lionel Messi.
En declaraciones a la radio local LT8, Roberto, el padre del niño agredido, relató la traumática experiencia que le tocó vivir a su hijo: "Todos los chicos hacen travesuras, pero el vecino salió de su casa, corrió a mi hijo, lo hizo caer y le dio cinco patadas en el piso. Él tiene 43 años y mi hijo 11".
Según el relato de un padre preocupado, al chico los salvaron otros menores que se encontraban por las cuadras del barrio: "Los vecinos pudieron rescatarlo, mientras tanto los amigos fueron a buscar a mi esposa. Decidimos primero encargarnos del nene", contó tras exponer que su pequeño sufrió una fractura de muñeca y lesiones en la rodilla debido a la golpiza que recibió.
En el momento de trasladar al nene de 11 años al Hospital Español para recibir asistencia médica, el progenitor llamó a la Policía y más tarde fue a la casa de su vecino acompañado por al menos cinco patrulleros: "Decidimos primero encargarnos del nene", comenzó su advertencia y luego relató la reacción de su vecino: "En vez de preguntar por mi hijo, nos increpó y nos sacó fotos, a mi familia y a mi vehículo. La policía me decía que al estar en la vía pública lo podía hacer", comentó indignado ante la actitud que tomó el agresor.
Tras radicar la denuncia, el violento hombre fue trasladado a la Comisaría 15, donde permaneció demorado por algunas horas y luego fue liberado tras declarar. La fiscalía informó que el caso está en trámite en el Ministerio Público Fiscal. Mientras espera una respuesta legal, Roberto concluyó: "Estoy preocupado porque no sé ni quiénes son, ni de dónde vienen", expresó su temor por la actitud del vecino y la incertidumbre sobre su identidad, ya que su hijo seguirá jugando por las cuadras del barrio con sus amigos.