27 Septiembre de 2022 14:06
Luna Justa del Valle tenía de 66 años. Su esposo, Martín Farías, 76. Ambos vivían en una casa ubicada en las calles Santa Rosa al 1900 de la capital del departamento Las Heras, a unos siete kilómetros de la capital mendocina. Farías trabajó durante gran parte de su vida en el cultivo de frutas y verduras, vocación que abandonó hace 10 años para jubilarse, y alquilaba un corral para sus caballos. Fue el dueño de aquel lugar quien al no poder contactarse con el hombre, entró a su domicilio, se topó con la puerta abierta, con la casa totalmente revuelta y una escena sacada de una película de terror: el matrimonio se encontraba en el suelo envueltos en su propia sangre.
El hecho ocurrió anoche, cerca de las 22. El vecino, totalmente espantado por la situación, decidió dar aviso al 911 y cuando el móvil policial llegó al lugar, encontraron el cuerpo de Farías cerca de la puerta de ingreso y el de Justa del Valle a metros del baño. “Está detenido el nieto del matrimonio fallecido, ya que hubo indicios para esta aprehensión de este sujeto de 22 años”, confirmó la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos.
El personal del Cuerpo Médico Forense constató que había heridas de arma blanca en los cuerpos de las víctimas y como primera medida, la fiscal Ríos dispuso el análisis de las cámaras de seguridad de la zona y la realización de entrevistas a los vecinos y allegados de la pareja. De esas declaraciones surgió el dato de que la última persona que había estado con la pareja era su nieto, con quien al parecer las víctimas mantenían una relación conflictiva.
Al parecer, el principal sospechoso mantendría un consumo problemático de drogas, situación que provocó el enojo de sus abuelos en más de una oportunidad. A raíz de las pruebas recolectadas por la fiscal, la policía provincial llevó a cabo un operativo en el barrio La Estanzuela de la ciudad de Godoy Cruz, donde fue detenido Ángelo Martín Andrés González Farías cuando llegaba a su casa en las calles Lago Hermoso y Corvalán.
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Entre sus pertenencias se encontró un arma blanca y algunas prendas que tenían manchas de sangre. Tanto el nieto de las víctimas como los elementos secuestrados quedaron a disposición de la Justicia. Además, confirmaron que el joven cuenta con antecedentes penales por robo y portación ilegal de arma de fuego del año 2020, aunque al no tener antecedentes quedó en libertad.
Según adelantaron de las oficinas de la fiscal, en las próximas horas el joven sea imputado por el delito de doble homicidio agravado por el vínculo. “Que Dios me los tenga en la gloria mis abuelos amados. Acá en la tierra vamos a hacer Justicia para que aparezcan los responsables. Ustedes ya pueden descansar en paz juntos. Los amamos. Dos personas amadas por todos, siempre presentes en los corazones de toda la gente", manifestó Jessica, una de las nietas de las víctimas, en Facebook.
Otro nieto, no dudó en cargar su furia y tristeza contra su primo. “Mataste a las personas que más te querían. Ojalá nunca dejes de sufrir. Lastimaste el corazón de todos, egoísta, drogado”, escribió. A mediados de este mes, otro espeluznante crimen ocurrió en Mar del Plata: Uriel Tapia Saín, de 18 años, mató a puñaladas a su madre, a su abuelo y antes de darse a la fuga por los techos de vecindario, hirió gravemente a su abuela.
De acuerdo a los primeros testimonios, el joven ya habría protagonizado episodios violentos y padecía problemas de adicción. Dentro de la casa de la familia Tapia, ubicada en la calle Matheu al 4600, del barrio Pinos de Anchorena de la localidad balnearia, se desató una fuerte discusión entre Corina Tapia y su padre, José Tapia, con Uriel, que terminó en un hecho de violencia desmedida: el joven de 18 años tomó un cuchillo y primero atacó a su mamá, de 36 años, hiriéndola de muerte.
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El hombre de 65 años intentó defenderla y recibió el mismo trato. Tras los llamados de alerta al 911 denunciando un conflicto familiar, efectivos de las comisarías Segunda y Cuarta de la ciudad de Mar del Plata se acercaron hasta el lugar y, al llegar, se encontraron a Uriel en completo estado de frenesí, exaltado, cubierto de sangre y con cortes en sus manos. Hirió a su abuela, de 67 años, se peleó con los policías e intentó darse a la fuga por los techos de la casa.
Sin embargo, fue atrapado y reducido en cuestión de minutos por los efectivos. Dentro de la casa, las autoridades encontraron a la madre del joven en el patio trasero y los médicos del SAME constataron que la mujer había fallecido a causa de las graves heridas que recibió en el abdomen y tórax. En una de las habitaciones, los policías hallaron a los abuelos del acusado con lesiones cortantes en el pecho.