07 Marzo de 2016 15:51
Es un delito poco difundido. Pero existe. La Policía Federal desbarato una organización mafiosa en lo que llamaron “el operativo pucho”. Aunque podría pensarse que el comercio ilegal de cigarrillos es un delito que sólo afecta los bolsillos de las empresas tabacaleras, los consumidores también son víctimas. Muchas veces la comercialización de cigarrillos falsificados tienen severas consecuencias sobre la salud, muchas más de las que comúnmente se le adjudican al tabaco.
Más de un millón de cigarrillos falsos fueron incautados en el conurbano bonaerense.
En la lucha contra este comercio ilícito, el viernes pasado la Policía Federal Argentina incautó 1.389.400 cigarrillos apócrifos de las marcas V8 y Rodeo, que provendrían de un centro procesador de tabaco del conurbano bonaerense. Esto es considerado uno de los golpes más importantes a esta industria marginal.
Las incautaciones en el conurbano bonaerense fue de las más importantes de los últimos años.
En allanamientos a siete comercios mayoristas de las localidades de José León Suárez, Grand Bourg, José C. Paz y San Miguel, se detectaron lotes de cigarrillos que no se correspondían con las marcas originales que figuraban en su empaquetado. El valor de esta mercadería se calcula en $ 1,5 millones, según el valor de precio de venta al público.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el mercado negro ilegal y no regulado de los cigarrillos llega a los 600 000 millones de cigarrillos por año, algo así como el 11 % del consumo mundial. Este tipo de productos ingresan a la Argentina desde Paraguay o Europa del Este sin ningún tipo de controles de fabricación.
El mercado ilegal de cigarrillos representa el 11% del comercio mundial del sector.
Es muy común que cuando un comprador desprevenido accede a cigarrillos “truchos”, inmediatamente sienta la diferencia con respecto a los que compra habitualmente. Ya se en gusto como en aroma, el fumador percibe algún tipo de rareza. Esto se debe a la cantidad de sustancias tóxicas y apócrifas con las que están fabricados los cigarrillos adulterados.
En 2015, en Concordia, Entre Ríos, La Tabacalera del Litoral fue denunciada por Massalin Particulares por falsificación de marcas, producción clandestina de cigarrillos con la marca “Philip Morris” y evasión de unos $ 25 millones. Cuando Gendarmería allanó dicha empresa, se encontró cantidades millonarias de marquillas adulteradas y estampillas fiscales.
“Solamente en 2015 se secuestraron en distintos controles realizados por Gendarmería, Prefectura y la Policía más de 70 millones de cigarrillos
Si de empleos se trata, hoy el 70% de un atado de cigarrillos equivale al pago de impuestos y esa es la manera del Estado de recaudar para seguir alentando al sector tabacalero, según explica un informe de la Cámara de la Industria del Tabaco (CIT).
Massalin indica desde su web que los cigarrillos falsificados generalmente son de calidad inferior y no cumplen con las normas establecidas por el gobierno y la industria. Según Aduanas del Reino Unido, "Muchos de los cigarrillos falsificados se fabrican en plantas subterráneas en el extranjero utilizando hojas de tabaco contaminadas, lo cual incrementa significativamente los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco, con niveles de alquitrán, nicotina, monóxido de carbono, plomo, cadmio y arsénico mucho más elevados que los cigarrillos genuinos de marca". Además, los consumidores obtienen un producto que es transportado y almacenado en condiciones antihigiénicas.
Algunas de las características de los cigarrillos truchos son:
Las advertencias para la salud está inscriptas en otro idioma o bien son inexistentes.
Aroma y gusto extraño.
Las marcas más falsificadas son aquellas más populares como Marlboro, Philips Morris y Camel, entre otras.
El packaging de los cigarrillos se encuentra mal impreso, con diseño con colores levemente diferentes.
La impresión de la marca en el cigarrillo suele estar mal impresa.
Asimismo el portavoz de la Agencia de Fronteras del Reino Unido explica que, "El contrabando de cigarrillos es un delito organizado serio y a menudo financia operaciones delictivas mayores, como el contrabando de drogas o el tráfico de personas".
Fenómeno local
Fuentes del sector indican que las causas que explican el fenómeno en la Argentina son variadas y se pueden asociar a algunas características de la región, como asimetrías fiscales con los países vecinos, un alto número de fabricantes instalados en la región, la presencia de extensas fronteras con los países limítrofes, aspectos que en muchas ocasiones se articulan con la debilidad en los controles y normativas permisivas frente a estos hechos.
En lo que respecta a la evasión fiscal, lo más común es la presencia de mercadería de origen desconocido que es vendida como unidades sueltas, estampilla adulterada o inexistente, por lo que estos productos no abonan la totalidad de los impuestos correspondientes para la categoría.
Después de los operativos se suelen destrozar miles de atados de cigarrillos contrabandeados.
La consultora TNS, indicó que la comercialización de cigarrillos con estampillas falsificadas vendidos a muy bajo precio sin el pago de los impuestos correspondientes continúa siendo la principal forma de comercio ilegal en la Argentina, 5.0% del volumen total del mercado. El estudio de TNS ha relevado que se encontraron estampillas falsificadas en marquillas de marcas como Red Point, Melbour, Melbo, Rodeo, V8 y CJ, entre otras.
Los cigarrillos fabricados fuera del país e ingresados mediante el contrabando, segmento que representa el 2.8% del mercado total. Esta práctica ilegal se concentra principalmente en la región del NEA registrando un incremento en 2015 que lo ubica en un 38.1% del total del volumen de mercado de esa región. Por último, la falsificación de marcas reconocidas, la cual puede combinar las dos modalidades anteriores, presenta una disminución retrocediendo a un 0.3% del volumen de mercado.
No sólo las tabacaleras son las principales afectadas por estos delitos, también los es el Estado. “En 2015 estos hechos ilícitos generaron pérdidas estimadas en la recaudación tributaria por $ 4.500 millones”, indicaron fuentes del sector. “Para dar dimensión de la cantidad de dinero que esto significa, podemos decir que es el equivalente al monto necesario para que el Estado pueda construir más de 600 escuelas a lo largo de todo el país”.