11 Noviembre de 2021 16:51
Joel Sánchez tenía 17 años y fue asesinado el miércoles por la tarde de cuatro puñaladas en el interior de la panadería en la que trabajaba en José C. Paz. El responsable fue identificado como Claudio Gastón González, de 43 años, quien estuvo en prisión por robo calificado y tentativa de homicidio en 1998 y 2007 y fue puesto en libertad al agotarse la pena. En la últimas horas, la jueza Gabriela Persichini ordenó detención de acusado.
Los investigadores sostienen como principal hipótesis que Sánchez fue víctima de un intento de robo, a pesar de que González ni siquiera le quitó el teléfono a la víctima. Ayer al anochecer, familiares y amigos se juntaron frente a una comisaría local para reclamar el esclarecimiento del caso y que el atacante, que está prófugo, sea detenido. Sánchez trabajaba junto a su hermano en la panadería ubicada en el cruce de las calles Cumana y Martín Coronado.
Por ahora, las primeras versiones apuntan a que el adolescente recibió los puntazos cuando intentó defenderse del robo, ya que la autopsia arrojó como resultado que tenía una puñalada en la zona del tórax y otras tres que le provocaron cortes en los brazos y antebrazos. Tras herirlo, el agresor se escapó en bicicleta y en su huida, se le cayó el celular y un cuchillo tipo carnicero, que se investiga si fue empleado en el ataque, lo que permitió identificarlo que mucha rapidez.
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Por su parte, la víctima fue trasladada por efectivos de la comisaría 3ra. de José C. Paz al Hospital Rubén Caporaletti, donde finalmente falleció. Si bien en un primer momento las fuentes dijeron que Sánchez y González había discutido, la causa fue caratulada como "robo calificado en grado de tentativa y homicidio criminis causae" por la fiscal Mirna Sánchez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 19 de Malvinas Argentinas, dependiente del Departamento Judicial San Martín.
Los investigadores analizaron las cámaras de seguridad de la zona para terminar de confirmar que el autor del crimen era efectivamente González, quien resultó ser un "conocido en el barrio" según los vecinos de Joel. El sospechoso tiene antecedentes penales y que estuvo detenido en un penal bonaerense, del que fue liberado luego de que se le agotara la pena.
En 2007, el Tribunal Oral Criminal (TOC) 2 de San Martín lo condenó por el delito de "robo agravado" y le unificó la condena con otra impuesta por el TOC 1 del mismo departamento judicial por una "tentativa de homicidio". En 2013, el condenado fue beneficiado con la libertad condicional y en 2016, al darse por cumplida la pena de 7 años y tres meses de encierro en la Unidad Penitenciaria 4 de Bahía Blanca y en la Unidad 16 de Saavedra, quedó libre.
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Por otra parte, la justicia de San Martín le inició otras dos causas por "encubrimiento" y "lesiones leves en riña", en 2014 y 2020, respectivamente, que fueron archivadas al poco tiempo, mientras que el 7 de septiembre pasado fue investigado por el Departamento Judicial de San Isidro por "tenencia de estupefacientes para consumo personal" y "amenazas agravadas por el uso de arma blanca", causa que quedó archivada a la semana de efectuarse la denuncia.
Durante esta jornada, la fiscalía pidió la detención del señalado autor material del crimen, que fue concedida por el Juzgado a cargo de la jueza Gabriela Persichini. Jésica Flores, madre de Joel, aseguró que su hijo antes de morir "le salvó la vida a otro muchacho" a quien el agresor también intentó apuñalar. "Me llamaron los vecinos que lo habían apuñalado. El primero que llegó fue su hermano Ariel, a quien le pudo decir sus últimas palabras", contó.
Visiblemente afectada por la muerte de su hijo, Flores agregó: "Yo no sabía qué hacer de la desesperación. Me fui con él (al hospital) mientras agonizaba. No tuvo fuerza, le vi un puñal en el corazón. En el hospital me dijeron que tuvo cuatro puñaladas". La madre de la víctima contó que su hijo estaba cursando el 5to. año de la secundaria, que a la tarde trabajaba en la panadería junto a su hermano y que deseaba ser gendarme. "Por favor, que haya justicia y que no se olviden de mi hijo", suplicó la mujer, quien además sostiene que González "entró a matar" a la panadería y no a robar. "El celular a mi hijo no le faltaba, concluyó.