Luego de que Alejandro Wiebe, popularmente conocido como Marley, saliese definir como "falsa" la escandalosa denuncia por presunta "corrupción de menores" que radicó Adrián Alfredo Molina, el conductor de Telefe recibió una nueva acusación por "abuso sexual" en el Juzgado Criminal y Correccional N° 59. La nueva víctima, que pidió que su identidad se resguarde a pesar de que su abogado, Martín Apolo, se olvidó de borrar su número de DNI al viralizar la denuncia, afirmó que fue víctima del mediático en el año 2008, mientras se encontraba viviendo en Paraná, provincia de Entre Ríos, y tenía 19 años.
En la denuncia, que ya está en manos de la Fiscalía N° 3 de la Ciudad de Buenos Aires, A.G.S afirma que hace 16 años fue "víctima de abuso sexual por parte de Alejandro Wiebe" y que le tomó varios años procesar lo ocurrido y entender que había sido víctima de un abuso sexual, lo que le causó un profundo daño psicológico. Según su relato, en 2008, mientras estudiaba piano y aspiraba a desarrollar una carrera en la música clásica, se contactó con Marley a través de la red social Facebook en busca de oportunidades para dar a conocer su talento. "Me llevó años en comprender lo que me había sucedido", afirmó.
Y siguió: "Años en entender que había sido un abuso sexual, años procesar el daño psicológico. Tenía una carrera sólida, internacional y presentaba grandes cualidades musicales. Quería darme a conocer, para poder realizar una gira de conciertos de música clásica, lo que era mi pasión. Eso me llevó entre otras personas, a contactar a Alejandro Wiebe, por la red social Facebook". El denunciante relató que tuvo varios idas y vueltas con Marley en la red social hasta que el conductor lo invitó a su casa en Buenos Aires. De todas maneras, la víctima aclaró que no tiene acceso a aquellos chats debido a que no recuerda su contraseña de Facebook.
Según explicó, cuando quiere ingresar, la red social le pide "verificar" su identidad mediante "la validación de un número de teléfono" que tampoco tiene ya en su poder y/o un correo electrónico del cual "tampoco" tiene la posibilidad de acceder". En la presentación, el joven de 35 años afirmó que viajó en otoño o invierno de ese año y que fue recibido en Aeroparque por Marley, quien lo llevó en su auto, un vehículo de alta gama, un Audi o un BMW, "con vidrios polarizados", a una casa en un barrio cerrado en Don Torcuato. Ya en el domicilio, el joven dijo haberse sentido incómodo y nervioso, con la sensación de que algo no estaba bien.
El abuso, según la denuncia, incluyó manoseos, masturbación y la obligación de realizar sexo oral. "Empezamos a hablar, estaba muy nervioso, no sé si por la impresión de estar adelante de él, una persona tan importante o porque tenía la sensación de que algo no estaba bien, quizás ambas. No me sentía cómodo, pero insistía. Recuerdo que me sentía súper incómodo y demasiado nervioso, no podía hablar. Yo no sentía absolutamente nada, no estaba excitado, solo quería que esa situación terminara. Los recuerdos de esta situación son borrosos o vagos, me cuesta recordar con detalle lo que pasó", remarcó de todas formas la víctima.
Además, aseguró que desconoce "cuánto tiempo" pasó en la casa del artista. "No tiene que haber sido más de dos horas... Las dos horas más eternas que viví", dijo. El denunciante describió haber estado extremadamente nervioso y remarcó que, en ningún momento, pudo expresarle a Marley su incomodidad, aunque explicó que deseó que la situación terminara. Después, Marley lo llevó a la casa de una tía en Capital Federal y advirtió haber sentido una profunda sensación de asco y suciedad. Al llegar, se bañó durante un largo tiempo y pesar de que intentó -según dijo-contactar nuevamente a Marley para confrontarlo, nunca lo logró.
Aunque la causa está prescripta, el denunciante decidió -según explicó- presentar la denuncia para alzar su voz y evitar que situaciones similares se repitan. Fue él quien se puso en contacto con el abogado Apolo, quien también representa a Molina, el otro denunciante de Marley, para buscar apoyo legal y solicitar un "Juicio por la Verdad". "El viaje fue prácticamente sin hablar, me bajé del auto y se fue. Entré y lo primero que hice fue bañarme, pasé mucho tiempo bajo del agua. Me sentía sucio, sentía asco, me sentía mal conmigo mismo. He querido insultarlo, preguntarle por qué, pero no pude", concluyó.