La familia de Melina Caputo, la joven de 17 años que falleció en 2019 electrocutada en un hotel 5 estrellas de República Dominicana, sabe que dentro de muy poco pasará otra navidad triste sin la dulce compañía de la adolescente, aunque se aferran a la esperanza de que durante el año entrante se haga justicia por su muerte, ya que en enero próximo se reanudará el juicio que los papás de la adolescente iniciaron contra el resort.
El 16 de agosto del 2019, en uno de sus últimos días de vacaciones junto a su abuela, su hermano y sus primos en Punta Cana, Caputo se dispuso a salir del mar por una escalera que daba al muelle del Hotel Be Live Collection Canoa de Bayahíbe (donde estaban alojados), y recibió una descarga eléctrica que le quitó la vida.
En el lugar no había médicos para socorrerla, y a pesar de que su familia la trasladó a un salita médica muy precaria para salvarla, la adolescente oriunda de la provincia de San Juan falleció sin haber podido recibir asistencia.
Por esta terrible negligencia que le costó la vida a la joven, sus papás iniciaron una demanda por "daños y perjuicios" contra el establecimiento turístico a nombre de la Sociedad Comercial Hotel Canoa S.A, y aunque la causa estuvo a punto de ser cerrada, finalmente el juicio comenzó a principios de marzo pasado.
Sin embargo, por la pandemia del coronavirus se vio interrumpido, y aunque la fecha de reinicio se pasó primero para mayo y después para noviembre, la Justicia de República Dominicana decidió que finalmente el proceso continúe en enero de 2021.
De este modo, si todo sigue como hasta ahora, las audiencias comenzarán nuevamente el 23 de enero de manera remota y a través de la aplicación zoom, sistema por el que la familia de la chica fallecida deberá declarar en pocas semanas.
La abogada que representa en Argentina a los papás de Melina, Analía Fangano, contó a BigBang que hasta ahora se presentaron varias pruebas antes los jueces, lo que permitió demostrar que la muerte de la joven pudo haberse evitado, y que no tuvo absolutamente nada que ver con un problema de salud previo; algo que los dueños del hotel quisieron instalar desde el principio.
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"Ya presentamos el video del hecho; las fotografías de ese momento; se solicitaron también las cámaras que se señalaron y se ven en las fotos; el informe pericial de parte nuestro que refuta el que está en la causa. Presentamos además declaraciones de testigos presenciales, que agregaron fotografías de ese momento y su testimonio se certificó ante escribano (algunos hasta recibieron descargas eléctricas por querer ayudar a Melina); y las pericias psicológicas hechas a la familia", indicó la letrada.
Así, el 23 de enero comenzarán las audiencias virtuales, donde ya está establecido que declaren los papás de Melina, el hermano y sus primas. De hecho, el día de la muerte de la joven, ella se encontraba acompañada por sus primos, su hermano y su abuela, y ahí mismo, dentro del mar, cuando jugaba una carrera con su prima, ambas recibieron la descarga eléctrica, aunque Melina no pudo soltarse.
El Certificado de Defunción emitido por el Ministerio de Salud Pública del país caribeño confirmó que la víctima falleció luego de sufrir un edema pulmonar y un shock cardiogénico a raíz de una electrocución, mientras que las pericias hechas en el muelle por donde los turistas circulaban demuestra que los cables que pasaban por debajo no eran los correctos ni tampoco contaban con la aislación necesaria.
Luego de la pericia hecha por el perito de parte de la querella, quienes representan al hotel también realizaron el mismo trabajo en el muelle donde Caputo se electrocutó (lo que según ellos desmiente que exista corriente por esa zona), aunque según el especialista que trabaja por parte de la familia de la joven, ese estudio estuvo mal hecho.
"La calidad de la instalación eléctrica del deck debería haber sido embutida en caños estancos con aislación contra polvo y agua mínimas grado IP68 (no ingresa polvo y soporta inmersión) por su cercanía con el agua de mar, salada, que es muy buena conductora de la electricidad. Y los cable dentro de esos caños deberían ser tipo syntenax con triple aislación", indicó en profesional.
Además, como respuesta al informe presentado por la defensa, el perito también mencionó que como el deck estaba solo el agua de mar, si había una falla eléctrica, el riesgo era de muerte.
"Nosotros buscamos una sentencia, que además de explicar qué pasó, reconozca en principio que fue una muerte absolutamente evitable, y que sirva para fijar un precedente que obligue tanto a capacitarse en RCP como a contar con desfibrilador en los hoteles y garantizar la vida del huésped; ya que no cuentan con servicios médicos, ni públicos ni privados. Solo tienen una salita con una camilla", se lamentó la abogada Fangano.
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Luego de declarar por zoom, la familia de Melina esperará finalmente poder viajar a Punta Cana, donde tienen la intención de entrar al resort en el que la adolescente perdió la vida, para poder conocer el último lugar que ella vio antes de morir."Para esto dependemos de la cuestión sanitaria. Ahora hay un rebrote en Dominicana, la fecha del viaje sería en febrero, pero no tenemos certeza porque no sabemos qué más va a hacer falta. La familia quiere viajar para ver el lugar, este es un derecho que se le reconoce a las víctimas, esto es difícil allá, pero el viaje tiene que ver con eso", indicó Fangano.
Sobre el juicio, comentó que en Dominicana la gente sigue mucho el caso, y que una vez por mes realizan una misa en la Catedral Primada de Santo Domingo para recordar a Melina. "Allá hay mucha expectativa por llegar a una resolución, más que nada para porque era evitable y porque los hoteles tienen que equiparse", sumó.
Por su parte, Claudia Flores, la mamá de la adolescente, comentó que si todo sale como corresponde, el 2 de febrero partirá junto a su marido hacia Punta Cana, y que irán en compañía de la abogada Fangano y de sus hijos.
"Declararemos en enero en forma virtual. La idea es ir para cerrar un capítulo tan doloroso como es para nosotros ese lugar", confesó. Del mismo modo, Claudia admitió que no deja de ir a visitar a su hija al cementerio, y que a pesar de que creía que a medida que el tiempo pasara, el dolor iba a disminuir, lo cierto es que eso no le está sucediendo.
"Esto no se lo deseo a nadie. Vamos a pasar otra Navidad sin Melina, muy triste, con un panorama desolador", cerró conmovida.