24 Noviembre de 2020 13:10
Todo ocurrió en la localidad de Laguna Naineck, Formosa. Romina Ojeda se encontraba en su casa de Villa Lucero junto a su esposo, Silvio Paredes, cuando comenzó a sentir fuertes contracciones que indicaban que su hijo estaba a punto de llegar al mundo. Debido a los fuertes dolores que sentía su esposa, el hombre decidió llamar al hospital local para que puedan trasladarla en ambulancia al nosocomio de Laguna Blanca.
Sin embargo, la respuesta del otro lado lo sorprendió. “Mi señora estaba embarazada, llamé a la ambulancia de Laguna Naineck y me dijeron que no iban a venir. Hice cinco intentos, no me hicieron caso”, relató Paredes y contó que desde el nosocomio le dijeron que lleve a su mujer “como pudiera”.
Paredes aseguró que "no le quedó otra" que agarrar su moto, subir a su adolorida mujer y trasladarla al hospital, desde Villa Lucero a Laguna Naineck, alrededor de cinco kilómetros de tierra y piedras. “No me preguntaron si el camino estaba feo, si tenía medios para llegar, me dijeron la tenés que traer acá a tu señora y después la derivamos a Laguna Blanca”, recordó.
Y agregó: “Nos dan órdenes para que los pacientes vayamos como podamos, como perros, a pie o en moto, no les importa un carajo lo que nos pase a los que vivimos en el campo. Es imperdonable lo que hizo el enfermero que estaba de turno ese domingo 15 de noviembre". La pareja acusó de negligencia al personal médico de los hospitales de Naineck y Laguna Blanca por negar la ambulancia y no haber intervenido estando en trabajo de parto.
El trayecto le causó a Romina una "pérdida" que derivó más tarde en el fallecimiento de su hijo. "Y no sé si fue porque la llevé en moto a mi mujer que tuvo este problema y esta pérdida, por eso quiero que toda la gente sepa de esta queja que estoy haciendo con todo el dolor de mi corazón por mi bebe fallecido y porque no deseo que le suceda lo mismo a otra persona”, manifestó en diálogo con Naineck Prensa Digital.
Según explicó, en Naineck le revisaron la presión a Romina y le aseguraron que todo estaba bien. “El bebé estaba vivo”, remarcó Silvio, pero le manifestaron que “sí o sí” su mujer tenía que ser derivada a Laguna Blanca porque “solamente hay un enfermero”. “Antes era un hospital, ahora es una salita; a veces vienen médicos a la mañana, pero los domingos no viene nadie”, describió sobre la situación del lugar.
Ya en el hospital de Laguna Blanca, los papás recibieron la peor noticia: el bebé no presentaba signos vitales. “Yo lo sentía a mi bebé moviéndose en mi panza, pero me dijeron que no escuchaban supuestamente sus latidos. Me hicieron una ecografía, pero no la hicieron bien. Yo lo sentía, ahí nomás me tenían que operar de urgencia”, sostuvo Romina, quebrada y visiblemente muy triste por al situación.
La pareja denunció que solamente le pusieron suero a ella y que los médicos no hicieron "nada" más por socorrer a su hijo. “En vez de hacerle la cesárea en Laguna Blanca, la enviaron al hospital de Formosa para zafarse de ella, por ello recurro a los medios para que escuchen esto. Estoy muy mal, perdí a mi bebé que iba a ser un varoncito", sostuvo Silvio ante los medios locales.
Y sumó: "Mi señora se hizo todos los controles, pero siempre que los tenía en el hospital le decían que la máquina estaba descompuesta”. Según detalló, su mujer fue sometida a dos ecografías, pero nunca le informaron de cuántos meses estaba embarazada. “Camino para Formosa yo sentía las pataditas de mi bebé pero ellos no me hicieron bien la ecografía ahí. La responsabilidad de ellos era hacerme una cesárea de urgencias", dijo Romina.
Al mismo tiempo, calificó a los encargados del nosocomio de "irresponsables" por haberla trasladado a la Ciudad de Formosa, donde terminaron realizándole la cesárea. El director del nosocomio de Laguna Naineck, Gregorio Bertuol, negó que el bebé haya muerto por negligencia médica en un descargo que realizó en declaraciones a la radio FM 88.5 Dimensión: “De ninguna manera es cierto todo lo que se dice".
Según explicó, en el informe quedó "demostrado" que lamentablemente ese bebé "ya estaba fallecido en la panza de su mamá y no porque no se le trajo o no se le buscó falleció, es una falacia”. “Si bien entiendo el dolor de los padres, de los familiares de esa pérdida, eso no les da derecho a salir por los medios a decir cosas que no son verdades”, respondió el médico, aclarando que desde su lugar hace lo imposible para el bienestar de todos.
Por su parte, el director del hospital de Formosa capital La Madre y El Niño, Víctor Fernández, apoyó a su colega y sostuvo que el bebé “ya hacía más de 48 horas que no tenía latidos dentro de la panza de la mamá”. “Ya en Naineck, se constataron los latidos negativos que fueron corroborados en Laguna Blanca mediante una ecografía y luego la paciente fue derivada a Formosa donde se hizo la cesárea ni bien llegó”, sentenció.