31 Mayo de 2022 16:20
La masacre ocurrida en una escuela primaria de Texas, donde 19 niños y dos profesoras fueron brutalmente asesinados, reavivó el debate sobre el acceso a las armas de fuego en Estados Unidos, un derecho protegido por la Constitución que divide a la sociedad norteamericana desde hace años. Este tiroteo escolar, el más mortífero en casi una década, volvió a exponer la problemática de la violencia armada apenas 10 días después de otro tiroteo masivo en el estado de Nueva York y renovó los reclamos de mayores restricciones en un país donde estos ataques aumentaron más del 50% el año pasado, según el FBI.
Pero mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió "seguir presionando" por una regulación más estricta de la venta y tenencia de armas de fuego, algo difícil dada la estrecha mayoría demócrata en el Congreso, un nuevo tiroteo volvió a ocurrir en el país del norte. Esta vez, la Policía local reportó que están investigando un tiroteo el campus de la Universidad Xavier de Luisiana, un centro educativo católico que tiene su sede en New Orleans.
Si bien no hay mayores precisiones al respecto, una mujer falleció y otros dos hombres resultaron heridas de bala, mientras que al menos una persona fue detenida.“Se está investigando un tiroteo en el campus de la Universidad Xavier, en el área del Centro de Convocatorias. La información inicial muestra tres víctimas con heridas de bala transportadas al hospital local. El sujeto ha sido detenido en la escena”, informaron desde las redes sociales oficiales de la policía.
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El violento episodio ocurrió tras la ceremonia de graduación del Morris Jeff High School. Desde el NOPD (Departamento de Policía de Nueva Orleans) informaron que un sospechoso fue detenido en el lugar de los hechos y que las víctimas fueron llevadas al hospital por los servicios de emergencia de Nueva Orleans. Según trascendió, todo ocurrió tras una violenta pelea después de la ceremonia y varios testigos afirmaron que se escucharon entre 5 y 12 disparos.
De acuerdo a las primeras versiones, hubo un altercado por un auto estacionado que llevó al tiroteo. “Se supone que es una ocasión de alegría y es muy triste que tengamos que pasar por algo así. Esto es horrible”, expresó un testigo. El superintendente adjunto Chris Goodly sostuvo a varios medios locales que no sabía si las personas que pelearon en el estacionamiento eran las que sacaron las armas o cuántas armas o balas se dispararon.
Según explicó, dos mujeres comenzaron a pelear en el estacionamiento del centro de convocatorias de Xavier después de que los graduados y sus seres queridos salieran de la ceremonia alrededor de las 10 de la mañana. La pelea se intensificó y al menos una persona sacó un arma y comenzó a disparar. Como consecuencia del sangriento ataque, una señora, la cual sería al abuela de uno de los graduados, falleció.
Las otras dos víctimas, ambos hombres, recibieron un disparo en el hombro y el otro en la pierna. Ambos están fuera de peligro. El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, señaló que el tiroteo se produjo dos semanas después de que cuatro personas resultaran heridas en un tiroteo frente a otra graduación de secundaria en la Universidad del Sureste de Luisiana. “Aquellos que perpetúen estos actos de violencia sin sentido serán llevados ante la justicia”, dijo Edwards.
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El Convocation Center de la universidad se utiliza para las ceremonias de graduación de los institutos de la ciudad cada año. “Debemos hacer más para mantener seguras a nuestras comunidades, y esto significa que debemos hacer más para garantizar que aquellos que representan un riesgo inaceptable de daño a otros no puedan adquirir o mantener armas de fuego", agregó Edwards.
Y sumó: “A la luz de la reciente violencia con armas de fuego en Buffalo y Uvalde, las discusiones sobre la seguridad de las armas y las acciones que involucran verificaciones de antecedentes ampliadas y leyes de bandera roja están muy en orden”. El presidente Biden visitó la localidad de Uvalde el fin de semana y pasó varias horas con los familiares de las víctimas del tiroteo que dejó un saldó de 21 muertos. "El dolor es palpable", afirmó.
El mandatario demócrata escuchó durante su visita muchas voces que le pidieron: "¡Hagan algo!". A lo que respondió: "Lo haremos. Lo haremos". "Siempre tuve la voluntad" de actuar sobre las armas, reafirmó el lunes, asegurando que "seguiría presionando" ante los congresistas."No tiene sentido poder comprar algo que dispara hasta 300 balas", remarcó, en clara referencia al rifle semiautomático que portaba Salvador Ramos, el tirador abatido.
La Segunda Enmienda a la Constitución estadounidense, que permite la posesión de armas de fuego, "nunca fue absoluta", dijo el presidente, para afirmar que ciertas categorías de armamento fueron excluidas en su momento. Congresistas demócratas y republicanos están en negociaciones para tratar de encontrar un acuerdo en este espinoso tema, sobre el que Joe Biden no ha conseguido legislar hasta ahora.
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Biden resaltó que no estaba participando de estas discusiones pero que creía "que las cosas se pusieron tan serias que esto hace que todo el mundo se vuelva más racional al respecto". Este martes en Uvalde comenzaron a despedir y a sepultar a las 21 víctimas de la masacre gracias a una donación anónima que ofreció más de 175.000 dólares para "garantizar que se cubran todos los gastos de las familias relacionadas con los funerales".
El entierro de las víctimas comenzó este mismo martes y se extenderá hasta mediados de junio. En Estados Unidos, las armas de fuego causan más de 20.000 muertes al año, excluyendo los suicidios. Mientras tanto, este martes un nene de 10 años, estudiante de quinto grado en una escuela primaria de Cape Coral, en Florida, fue arrestado y acusado de amenazar por mensajes de texto para llevar a cabo un tiroteo masivo, informó la Oficina del Alguacil del condado Lee.
